En recuerdo del potrero que llevó en la sangre René «Loco» Houseman, los jugadores de Huracán homenajearon al recientemente fallecido ídolo del «Quemero» usando las medias bajas a los siete minutos del partido contra Banfield en el estadio Tomás A. Ducó.
Sus piernas flacas, que gambetearon, deslumbraron a propios y ajenos y convirtieron goles, quedaron siempre al descubierto, ante la decisión del campeón del Mundo de jugar con las medias bajas como en el barrio: ese detalle de su forma de ser y el número 7 que supo usar fueron los elegidos por los actuales integrantes del conjunto de Parque Patricios para recordarlo.
Ídolo en Huracán, Houseman falleció el pasado 22 de marzo a los 65 años como consecuencia de un cáncer de lengua.
A los siete minutos del partido contra el «Taladro», los once del «Quemero» pararon la pelota y se bajaron las medias para homenajear al «Loco», ante un aplauso que cubrió todo el Ducó, tanto desde las tribunas como adentro de la cancha.
Al comienzo del encuentro, los jugadores locales posaron con una bandera con la leyenda «Hasta siempre René» y estuvo presente el hijo del campeón del Mundo, Diego Houseman.
El nacido en Santiago del Estero integró el plantel de Huracán que salió campeón del Metropolitano de 1973 y luego jugó los mundiales de Alemania 1974 y Argentina 1978, formando parte del equipo que logró el primer campeonato mundial de la mano de César Luis Menotti.
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