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Rusiagate: renunció el vicefiscal general de Estados Unidos


Rod Rosenstein, vicefiscal general de Estados Unidos, presentó este lunes su renuncia, la cual entrará en vigencia en dos semanas. Rosenstein era uno de los hombres clave del gobierno de Donald Trump en la investigación oficial del Rusiagate.

En su carta de renuncia, Rosenstein le agradeció a Trump «la oportunidad de servir» al país y «por la cortesía y humor» que le imprimió a las «conversaciones personales», según el texto publicado por la cadena de noticias CNN.

Pese a que la carta de renuncia respeto todos los parámetros diplomáticos esperados, la gestión de Rosenstein bajo el mando de Trump y su salida estuvieron marcadas por sucesivas polémicas.

Ni bien fue confirmado en su cargo en 2017, Rosenstein escribió un informe negativo sobre el entonces director del FBI James Comey y su investigación sobre el presunto rol de Rusia en la campaña presidencial del año anterior, que luego Trump utilizó para despedir a Comey.

Al mismo tiempo, su entonces jefe, el ya ex fiscal general Jeff Sessions, tuvo que distanciarse de la investigación del FBI porque quedó demostrado que estaba personalmente involucrado en los contactos privados entre funcionarios rusos y la campaña electoral de Trump.

De esta manera, el presidente Trump encomendó a Rosenstein la dirección de la investigación y éste nombró al ex director del FBI Robert Mueller como el fiscal ad hoc a cargo.

Esta decisión le ganó eventualmente el enojo del presidente ya que Mueller comenzó a investigar no solo la posible interferencia electoral de Rusia, sino también los presuntos esfuerzos de Trump para obstaculizar la investigación oficial. 

Prueba de este distanciamiento es que cuando Sessions renunció a fines del año pasado, Trump no eligió como su reemplazo temporal a Rosenstein, sino al entonces jefe de gabinete de Sessions, Matthew Whitaker.

La relación entre el vicefiscal general y el presidente terminó de deteriorarse cuando el diario The New York Times difundió unas conversaciones internas de su equipo, en las que se discutió la posibilidad de espiar a Trump.

Rosenstein desmintió el artículo, pero desde entonces todos los medios y analistas estadounidenses esperaban su renuncia.