Retos absurdos que circulan por Internet son un riesgo para la salud de la audiencia joven que tienen los youtubers. Consumir canela en polvo a cucharadas, detergente líquido, gas pimienta, alcohol fino o desodorante son algunos de los desafíos que están dando vueltas en las redes sociales.
En nuestro país, no se registraron consultas de urgencia de este tipo, de acuerdo con los registros del Centro Nacional de Intoxicaciones, en el Hospital Nacional Dr. Alejandro Posadas. Pero los profesionales que consultó LA NACION estaban al tanto de estos desafíos online. Algunos se están imitando cada vez más cerca.
Hace dos semanas, una chica de siete años murió en Brasil al ingerir desodorante en aerosol. En su casa de un municipio de San Pablo, la menor de desplomó inmediatamente. Los padres lograron trasladarla a una unidad de pronta atención, pero Adrielly sufrió un paro cardíaco y murió. Una amiga de su madre publicó en Facebook que era parte de un reto que había visto en YouTube. «Tenemos que alertar a los padres y ayudarlos a prestar atención a los contenidos que buscan sus hijos en Internet», indicó la mujer.
A comienzos de este año se extendió una extravagante y peligrosa convocatoria para tragar una cápsula de detergente para lavarropas: el Tide Pod Challenge. En los Estados Unidos, las autoridades sanitarias monitorean las intoxicaciones en los más chicos por el consumo de esas cápsulas de colores intensos que los chicos confunden con caramelos. Ahora, el alerta lo están dando las consultas de adolescentes que las ingieren intencionalmente.
Para llamar la atención de sus seguidores o aceptar los retos de sus amigos y pares, el Tide Pod Challenge se reprodujo en YouTube y las redes sociales, incluidas las críticas hasta con memes. En lo que va del año, las consultas de urgencia crecieron más de tres veces. En el informe de esta semana de la Asociación Estadounidense de los Centros de Control de las Intoxicaciones (Aapcc, por su sigla en inglés) se puede ver que, hasta ayer, este año hubo 186 adolescentes con complicaciones al ingerir el producto, comparado con 53 el año pasado y 39 el anteaño.
«Las consecuencias para la salud del uso inadecuado (de las cápsulas) pueden ser graves -advierte la Aapcc-. Los efectos adversos potenciales incluyen convulsiones, edema pulmonar, paro respiratorio, coma y hasta la muerte.»
El impacto que tuvo el desafío con estas cápsulas de lavado fue tal que el CEO de la empresa Procter & Gamble (P&G), que desarrolló el producto para las marcas Tide y Ariel, tuvo que difundir una carta para advertir sobre el daño que puede provocar su consumo.
También lo tuvo que hacer YouTube, más allá de la voz que alzaron autoridades federales estadounidenses, como los Centros de Control y Prevención de las Enfermedades (CDC, por su nombre en inglés), la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor, la Aapcc y las asociaciones médicas.
Desafíos mortales
Con canela, gas pimienta o productos en aerosol de uso personal o doméstico, este tipo de retos terminó en el caso fatal hace dos semanas en un país vecino.
«Lo más grave es si los chicos inhalan desodorante, sea de ambiente o para el cuerpo. Y lo es por la exposición no al aerosol en sí, que es perfume, sino a los propelentes o excipientes, que son solvente o hidrocarburos», indicó Ana Paula Voitzuk, médica toxicóloga del Centro Nacional de Intoxicaciones del Hospital Posadas. El riesgo del uso por la vía inhalatoria, como en estos retos, «son las arritmias cardíacas, que pueden ser desde leves hasta causar la muerte del paciente», según precisó.
Con los productos como la canela o el detergente, ya sea de cocina o para lavar la ropa, los probemas varían. En el caso de los detergentes, Voitzuk explicó que su ingestión puede causar problemas gastrointestinales (vómitos, náuseas, diarrea) durante varios días. «El problema es si en la casa hay un detergente de tipo industrial, productos que son altamente tóxicos y afectan el sistema nervioso central. Pueden causar hasta con convulsiones», aclaró.
Con la canela, el peligro está en la volatilidad. El reto de ingerir una cucharada de la especia, como reaparece cada tanto en las redes, produce tos y, con esto, se aspira el polvo, lo que puede causar trastornos en las vías respiratorias y los pulmones.
«La alerta más alta debería ser con los aerosoles porque quien lo aspira puede tener un arritmia y morir -dijo Voitzuk-. Con el detergente, es de leve a moderada, mientras que la aspiración de la canela puede provocar un problema respiratorio que, de acuerdo con la cantidad aspirada,puede hacer que se necesite asistencia respiratoria.»
Hugo Rodríguez dirige el Servicio de Endoscopía del Hospital Garrahan y es director para América latina del proyecto internacional Susy Safe para la prevencion de asfixia por cuerpos extraños. Para él, definitivamente, seguir desafíos online «no es una buena opción». Sobre todo si eso incluye sustancias no aptas para el consumo. «Algunas son tóxicas, otras lo podrían ser y de otras no sabemos qué efectos tienen cuando se usan de otra manera que la aprobada -indicó-. Deberíamos desaconsejar este tipo de prácticas, más allá de las lesiones o complicaciones que causan.»
Como ejemplo puso el efecto en los chicos y los adolescentes del alcohol fino, que con sus 96° supera ampliamente a la de bebidas como el vino o la cerveza (hasta 15°). O el riesgo de irritación o quemadura de las mucosas al aspirar o ingerir productos con sustancias irritantes. «Es una práctica que, a todas vistas, no es lógica», sostuvo Rodríguez.
Omnipotentes
La exposición a riesgos extremos tiene que ver con la sensación de omnipotencia, la búsqueda de sensaciones, una baja percepción del riesgo y el deseo de pertenencia al grupo.
«Lo extremo es lo que les llama la atención en una edad en la que se necesitan riesgos, desafíos. Como ocurre con otras tantas iniciativas por invitación en Internet, hay gente más grande que sabe que los chicos son algo así como carne de cañón. Siempre puede haber alguna fisura por la que queda expuesta la vulnerabilidad», dijo Héctor Basile, médico psiquieatra infantojuvenil e integrtante de la Red Mundial de Suicidología.
Por eso, aconsejó que la familia converse sobre estos temas, que los adultos más cercanos hablen con los adolescentes y que la computadora salga del dormitorio a un lugar de la casa con más acceso, como el living. «Hay que charlar con los hijos sobre los riesgos y los peligros de estos desafíos para que puedan generar alguna defensa», dijo Basile, asesor del Programa de Adolescencia Hospital de Clínicas.