Al menos 40 personas murieron y una veintena resultaron heridas en dos ataques separados en Afganistán, uno de las fuerzas gubernamentales con apoyo de Estados Unidos y otro a manos de un suicida que aún no fue identificado, informaron este miércoles fuentes de seguridad y salud.
En el primer ataque, unos 30 civiles, todos miembros de la misma familia, fueron asesinados junto con 16 combatientes talibanes, en un bombardeo de la Fuerza Aérea en la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, según informó el jefe del Consejo provincia, Ataullah Afghan.
Sólo una persona sobrevivió al ataque, precisó Afhgan quien señaló que el bombardeo ocurrió ayer a la tarde en un área controlada por los talibanes.
Según la vocera de la OTAN, Debra Richardson, las primeras investigaciones sobre el ataque apunta a una misión de las fuerzas especiales afganas y asesores militares estadounidenses contra los talibanes.
Combatientes del movimiento islamista se habían atrincherado en una casa que fue atacada por aviones afganos que salieron a respaldar a sus soldados en el terreno, explicó Richardson a la agencia de noticias alemana DPA.
Según su explicación, los soldados en el terreno no sabían que en el edificio bombardeado también había civiles.
«Los talibanes siguen usando como escudos a civiles, sobre todo a niños», se defendió la vocera de la alianza militar de las potencias occidentales.
Según un informe de la misión de Naciones Unidas en Afganistán (Unama), el número de víctimas civiles de ataques aéreos aumentó entre enero y finales de septiembre de este año en un 39% en comparación al mismo período de 2017. De acuerdo con el informe, este año ya han perdido la vida 313 civiles, mientras que otros 336 resultaron heridos.
Por otro lado, al menos 10 personas murieron y 19 resultaron heridas en un ataque suicida contra un complejo de seguridad en Kabul, la capital del país, en donde una empresa de seguridad privada británica entrenaba a fuerzas afganas, informó un vocero del Ministerio de Salud.
La explosión ocurrió cerca de un complejo de la empresa contratista G4S, cerca de un parque industrial ubicado en la ruta principal que une Kabul con el este del país, informó Najib Danish, vocero del Ministerio del Interior, en declaraciones a Al Jazeera.
El vocero policial Basir Mujahid, por su parte, informó que un atacante suicida detonó sus explosivos y luego otros combatientes iniciaron un tiroteo con las fuerzas de seguridad, que rápidamente tomaron el control de la situación.
El ataque ocurrió horas después de que el presidente afgano, Ashraf Ghani, hablara en una conferencia de prensa en Ginebra sobre su plan para avanzar en un acuerdo de paz con los talibanes.
Desde que Estados Unidos comenzó a retirar sus tropas de Afganistán, en 2015, las empresas de seguridad privada y mercenarios extranjeros se han instalado en el territorio y se dedican a entrenar y capacitar a las fuerzas afganas, tareas que antes era monopolio de los militares estadounidenses y de los miembros de la OTAN.