La joven de 24 años tiene la movilidad reducida debido sufrir atrofia muscular espinal tipo II. Conocé la historía con Calabaza, la mascota que la acompaña todos lados
La organización social Bocalán Argentina logró en 2020, a pesar de la pandemia de coronavirus, llegar a 37 perros de asistencia entregados en ocho años de trabajo, como Calabaza, que acompaña desde hace un mes a Yamila, usuaria de silla de ruedas, relación que cambió la calidad de vida de la joven con discapacidad.
«Desde que conocí a Calabaza, mi vida cambió mucho. Cala es una perra que te contagia alegría y amor incondicional», contó a Télam Yamila Marino.
La joven de 24 años estudia Marketing, trabaja y vive con su mamá y sus hermanas en San Fernando, en el conurbano bonaerense.
Ella convive con atrofia muscular espinal tipo II, que genera «una debilidad muscular» que no le permite caminar y tiene «movilidad reducida», explicó.
Acá Calabaza siguiendo las instrucciones de Yamila para que le abra la puerta.
Si habrá golpeado al principio la puerta de mi escritorio para cerrarla cuando entrenaba en basa 😂😂 pic.twitter.com/aJDo5gh0el— Roberto Cachanosky (@RCachanosky) October 28, 2020
«Cala me ayuda a tener más independencia en mi día a día, por ejemplo, si se me cae algún objeto, me lo junta y alcanza. Si estoy sola en mi casa, puede abrir puertas y alcanzar a alguien las llaves para abrir», relató.
La joven reconoció que tiene una vida muy activa entre la facultad y el trabajo. «Entonces tengo horarios muy diferentes a los de mi familia, y no puedo o la mayoría de las veces es muy complicado, coincidir para que estén o me ayuden», relató.
Por eso, la llegada de Calabaza a su vida «es realmente una ayuda para tener más independencia de la que ya tengo. Además de la increíble compañera que es. Al minuto cero de conocerla, la ame por su alegría».
El proceso que hace la ONG para entrenar y entregar perros de asistencia comienza con la elección de los animales, generalmente son Labradores Retriever o Golden Retriever «porque poseen determinadas características en su contextura física y en su carácter que facilitan su entrenamiento y su labor», explicaron voceras de la organización.
Las y los entrenadores de Bocalán seleccionan a los cachorros entre los 45 y 60 días de vida, y luego de dos meses y medio comienza lo que se denomina período de socialización.
En esa etapa, los perros son entregados a familias voluntarias que se encargan de los cuidados y contribuyen a forjar el carácter sociable del animal, y luego de diez meses se analiza para determinar la compatibilidad con la persona a la que será asignado.
El periodo de entrenamiento culmina entre los 16 y 24 meses con la etapa de «acoplamiento» junto a la familia designada, donde aprenden a cuidar y a manejar a su perro, con la dirección de los entrenadores.
«Mi proceso empezó el año pasado con entrevistas y reuniones para ir conociéndonos con Cala, en base a mi discapacidad y lo que puede hacer la perra. Este año, con la situación de la pandemia, se atrasó el acoplamiento, pero por suerte el equipo de Bocalán lo pudo hacer a través de Zoom y algunos encuentros con Inés, que fue la entrenadora, una número uno», compartió Yamila.
Además de la perra para la joven, la ONG también entregó el mes pasado cuatro animales más a niños con autismo, completando 37 entregas en ocho años de trabajo.
«Por la pandemia la dinámica de entrega de este año fue diferente. Fue el caso de Alejandro y Bruno, que debían recibir su perro de asistencia pero como viven en Mendoza y Chaco se hacía imposible la entrega. Luego de un gran esfuerzo coordinado con distintos organismos el encuentro tan esperado, fue posible», destacó Margarita Ziade, directora de Bocalán.
La ONG cuenta con el apoyo de Eukanuba para sostener parte de su tarea y recibe donaciones, las cuales pueden gestionarse escribiendo a: info@bocalanargentina.org.