Lo decidirán hoy en asamblea. Habían acordado una tregua a los sucesivos paros por 90 días pero ante posibles incumplimientos volvería la protesta
Este viernes, a las 15.30, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) Rosario realizará una asamblea general con los choferes de colectivos para decidir un plan de acción frente a un nuevo cuello de botella en el cobro de sus salarios. Hoy vence el primer pago del acuerdo que se firmó a fines del mes pasado, pero los fondos de Nación aún no se enviaron. “Provincia y Municipalidad, con los fondos que aportan y adelantaron, no llegan a cubrir el 50 por ciento de nuestros sueldos”, estimó el titular del gremio, Sergio Copello, y adelantó que en las bases “hay mucha disconformidad y bronca, que habrá que canalizar con la herramienta más conveniente”.
El 29 de julio y luego de 29 días de paro, los choferes volvieron a la actividad tras aceptar un plan de pago donde se flexibilizaron las posturas iniciales.
El conflicto se destrabó a partir del aporte de fondos del municipio y del gobierno provincial. Con el cobro de lo que restaba de junio y la aceptación del cobro del aguinaldo en dos cuotas, todo volvió a la normalidad en clima de pandemia.
Hoy habrá un nuevo Día D para los colectiveros, ya que se debería abonar el pago de sueldos. Lo que se barabaja era el cobro de medio aguinaldo y unos 15 mil pesos de los salarios.
“Hay una gran bronca porque en esta época del mes se vencen alquileres, tarjetas de crédito. Por eso la paz social que rubricamos fue un acta que si alguna de las partes no cumple, se termina”, aclaró Copello.
Respecto de la paz social que había firmado cuando se levantó el último paro, comentó: «Cuando una de las cuatro partes que firmamos la paz social incumple, la paz social se rompe».
Esta postergación o incumplimiento en el cobro de haberes es lo que se analizará en el plenario de delegados, que se realizará en la sede gremial de 27 de Febrero al 600.
Si las sumas no conforman o se posterga el cobro, el clima seguramente quedará enrarecido. Y allí se activaría un plan de lucha pero con un estrategia distinta a los casi 60 días de paros que se acumularon a lo largo del año.
Una decisión que buscará visibilizar la realidad, pero en la que los choferes quieren evitar ser “los malos de la película”, ante los usuarios del sistema.
“Desde el 29 de julio no hemos recibido un solo peso de nuestros salarios. Si ahora tampoco llega el dinero con el que se habían comprometido, la situación será mucho más compleja. Esta es una historia de nunca acabar”, avisó Copello y estimó en unos 100 millones de pesos los fondos que deberían llegar desde Nación.