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Victoria para las colectiveras: una mujer volvió al volante de una línea de transporte urbano


La historia de Natalia Munafo, quien desde este viernes será chofer de la línea 113. "Es un puntapié inicial muy importante que va a cambiar la historia para todas las mujeres", dijo a CLG

 

Por Gina Verona Muzzio

El pasado 30 de abril, cuatro conductoras de transporte urbano de pasajeros de Rosario iniciaron en la Justicia un camino que obtuvo un fallo favorable y dio un paso fundamental esta tarde de viernes, momento en que Natalia Munafo inició su recorrido como colectivera de la línea 113. “Es un portón gigante el que abrimos para todas las mujeres. Estamos convencidas de que muchas mujeres a lo largo de la historia han querido ser colectiveras y no han tenido la posibilidad”, indicó en diálogo con CLG, algunas horas antes de subirse al colectivo.

Natalia, Alejandra, María y Silvina realizaron reemplazos por vacaciones en la empresa de transporte Movi Rosario SAU. Sin embargo, a pesar de haber pasado los exámenes médicos y haber cumplido con creces su labor, no fueron incorporadas a planta permanente posteriormente, aunque existieron 19 vacantes, todas ocupadas por hombres. En ese momento, y tras las desafortunadas declaraciones de Manuel Cornejo, titular de UTA Rosario, quien afirmó que “el cuerpo de una mujer no está preparado para conducir un colectivo”, las trabajadoras decidieron acudir a la Justicia.

A principios de septiembre, el Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Laboral de la Décima Nominación de Rosario, dictó sentencia definitiva y dispuso la incorporación de las trabajadoras a la empresa de transporte público. “Para mí es muy significativo, teniendo en cuenta la lucha que tuvimos que dar para llegar hoy a poder subir a manejar el colectivo. Después de que hayan pisoteado nuestros derechos, que nos hayan discriminado y de que nos restringieran el derecho a manejar, esto es un logro que me llena de emoción y satisfacción”, declaró Natalia a CLG.

La trabajadora celebró que la decisión de la magistrada Dra. Paula Calace Vigo se hiciera efectiva este viernes desde las 14, cuando ella misma se subió a bordo de una unidad del 113 y apretó el acelerador. “La Justicia nos escuchó, cosa que el Municipio no hizo”, expresó. Y añadió: “Gracias al empuje nuestro, de las mujeres, de reconocer que podemos, que sabemos que somos capaces y que ningún hombre nos va a venir a decir lo contrario. Ese empuje nos llevó a estar hoy donde estamos. Y fue gracias a la Justicia, fundamentalmente, y a una jueza que pudo entender la problemática que vive la mujer, de violencia de género”.

Un camino que recién empieza

La Justicia santafesina determinó la reincorporación de las cuatro trabajadoras que iniciaron el proceso legal en abril. “Yo soy la primera en ser incorporada. Todas nos hicimos los estudios médicos. Primero tuvieron los turnos Alejandra y Silvina, después me tocó a mí, y el último turno a María. La empresa nos fue dando de alta a medida de que fueron estando los estudios”, narró Natalia.

“Alejandra tendría que haber arrancado primera, pero como le tocaron las líneas Q y K, que son eléctricas, requirió otro tipo de capacitación, porque funcionan diferente. Supongo que arrancará el sábado o el domingo. El resto de las chicas está esperando el resultado de los estudios. Apenas estén, la empresa las dará de alta y ya podrán incorporarse”, agregó.

Apostar a una pasión

En relación a su historia personal, Natalia Munafo contó que aprendió a manejar a los 14 años. “Manejo desde muy chiquita, porque me encanta. Con el tiempo, concluí que era mi pasión. He querido manejar siempre cualquier cosa que se me cruzara en el camino”, relató feliz.

“En los colectivos manejé tres meses, en reemplazos en La Mixta. Realmente pude volcar mis ganas y mi pasión. Cuando me subí al colectivo no me costó para nada. Lo manejé y no tuve ningún inconveniente. Me sentí re confiada”, aseguró.

Sin embargo, relató que la realidad a la hora de decidir manejar unidades de transporte público no es simple para las chicas. “Hoy por hoy, las mujeres no tienen fácil acceso a conseguir la licencia D2, porque históricamente los que la obtienen son todos hombres. Los choferes, los camioneros… son todos hombres. Se nos ponen muchas trabas, el rubro no permite mujeres. Siempre han sido masculinos. Por eso hoy se están realizando capacitaciones, para permitir que las mujeres se preparen y accedan a esa licencia”, detalló Munafo.

“Hoy con esta lucha hemos conseguido que la mujer tenga la posibilidad de manejar el transporte público de pasajeros”, indicó la flamante conductora de la línea 113. Y envió un mensaje a otras mujeres: “Siempre se nos pusieron trabas y dificultades para poder acceder a determinados puestos de trabajo y este es uno. Muchas mujeres se la terminan creyendo. Sepan que no es un impedimento ser mujer. Vengan, anímense”.

“Yo estuve tres meses ahí, sé que lo podemos hacer, sé que lo hice perfecto. Es un puntapié inicial muy importante que va a cambiar la historia para todas las mujeres. Es una lucha más de las mujeres. Derribamos una barrera más”, concluyó.