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Verbano en venta y 120 familias con futuro incierto


CLG dialogó con Daniela Resumi, quien trabaja desde hace 21 años en Verbano y explicó los factores que terminaron en la puesta en venta y sus sensaciones por la situación que atraviesan

Por Ariana Operti 

Verbano es la única fábrica de porcelanas del país. Ubicada en Capitán Bermúdez, a sólo 25 kilómetros de Rosario, está cerrada desde el comienzo de la pandemia y su futuro es incierto. Las 120 familias que dependen de la empresa están a la espera de una resolución, ya que la dueña de la misma decidió que no invertirá más capital y comenzó a organizar la venta de la firma. Una situación que provoca angustia y desconcierto, además de exponer fallas de los gobiernos, “que no valoraron la industria nacional”.

Fue fundada en la década del 50 y en 1995 fue adquirida por el grupo Faiart de Portugal. Famosa por la calidad de sus productos y el trabajo artesanal que implica en sus procesos y decoración, en los últimos años entró en una decadencia de la que le fue difícil salir, y que la pandemia complicó aún más.

En diálogo con CLG, Daniela Resumi, quien trabaja desde hace 21 años en Verbano y es delegada del gremio de los ceramistas en la fábrica, explicó los factores que terminaron en la puesta en venta de la misma y expresó sus sensaciones por la situación que atraviesan ya que detrás de la empresa, “descuidada por los gobiernos”, hay 120 familias.

Cobro en cuotas y ventas “de a puchitos”, pero que suman

En los últimos cuatro años comenzó una “decadencia”, empezó explicando Resumi. Es que la apertura de importaciones afectó mucho al mercado, en primer lugar. “Todo entraba con precios de China o Brasil, a un costo que nosotros no podíamos obtener porque nuestra mano de obra ya era más cara”, remarcó.

Si bien la calidad no era la misma, Daniela fue clara: “Cuando a la gente le aprieta el bolsillo y tiene que ponerla arriba de un plato, no ve eso. Y las ventas disminuyeron”. Otro de los factores que intervino en la debacle fueron los tarifazos, principalmente de luz y gas ya que comenzaron a llegar facturas “con valores exorbitantes”.

“Empezaron a caer las ventas, se cerraron muchos mercados y empezaron los problemas”, resumió la delegada.

Desde hace casi dos años que los trabajadores cobran el sueldo desdoblado, he incluso en marzo de 2018 hubo un mes de suspensión en la planta por las bajas ventas. “Después, poco a poco nos fuimos reponiendo”, indicó.

Sin embargo, la pandemia por el coronavirus golpeó fuertemente al sector y la empresa, única en Argentina, quedó en un abismo. En marzo dejaron de trabajar y al momento, no podrán retomar las tareas. Los sueldos se sostienen gracias a que el 50% lo cobran por medio del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción, la otra mitad de paga en cuotas y a medida que el sector administrativo logra hacer ventas para ir consiguiendo dinero.

“Marzo por ejemplo, lo cobramos casi en cinco cuotas. En abril y mayo cobramos el ATP, pero recién a fines de junio terminaron de pagar la otra parte de abril. Ahora ya se debe mitad mayo, junio y el aguinaldo”, explicó.

Además de la administración, que habla con los clientes e intenta generar ventas para poder ir cobrando y destinar la plata a los sueldos, está abierto el outlet que vende productos de la empresa. “Por suerte últimamente ahí hay mucho movimiento, la gente de Bermúdez y otros lados, escucha de la situación de Verbano y viene a comprar acá para tratar de ayudar con lo que puede”, detalló.

La decisión de la empresa

Hace unas semanas el director de la empresa y el gremio reunió a todos los trabajadores de la fábrica para explicar la realidad que se atravesaba. El año pasado, en octubre, falleció el dueño de Faiart y su hija, portuguesa, decidió que no quiere hacer ninguna inversión. “Nosotros la necesitamos para poder empezar a producir, para tener materia prima”, esgrimió Resumi, pero la actual dueña dice “que no está en condiciones y que no lo quiere hacer”.

La situación no es de quiebra, simplemente sucede que la dueña quiere mantener la empresa pero sin hacer un aporte de capital, lo que la lleva a venderla. “Ahora está ordenando los libros para ofrecerla a posibles inversores”, manifestó.

“El día que nos reunimos hablamos y decidimos esperar. No queremos tomar una acción directa porque lo que necesitamos es nuestra fuente de trabajo. Hacer algo como puede ser ir a la Justicia nos da como terminado nuestro trabajo, y no lo queremos. Estamos esperando”, precisó Resumi sobre la postura que tomaron los empleados.

Igualmente, aclaró que esa espera de un inversor será “siempre y cuando el ATP siga” ya que si ese ingreso deja de llegar, están en un “problema muy grave”.

La incertidumbre, tras una vida en torno a Verbano

La historia de Daniela Resumi en Faiart es similar a la de la mayoría de los demás trabajadores del lugar. Ingresó en 1999, por lo que este 2020 sería su año número 21 de trabajo. Además, su esposo trabaja allí desde hace una década.

Yo estuve toda la vida ahí, como todos mis compañeros. El que menos antigüedad tiene está hace 10 y el que más, 25”, compartió.
Mi casa, mis hijos, toda mi vida pasó ahí, todos hicimos nuestra vida en base al trabajo allí”, reiteró.

Es por ello que la situación que están atravesando les produce distintas sensaciones: “Uno trata de estar esperanzado, pero por otros momentos es muy angustiante”.

“Por el lado de la empresa, uno se siente desamparado. No de los directivos, sino de los dueños. Y del Estado también”, describió Resumi, que luego detalló: “Es una fábrica que es la única de Argentina que hace vajilla de porcelana, es industria nacional. Entonces sentís que ni este gobierno, ni el anterior, ni los anteriores han cuidado lo que es industria nacional. No nos toca solamente a nosotros, pero uno sabe que nunca se llevó adelante un proyecto por parte del Estado que apoye e incentive la industria nacional”.

“A nosotros nos pasó ahora, pero la veníamos peleando desde hace mucho. Se siente eso, que estamos desamparados, y por el otro una impotencia terrible”, agregó.

El futuro es incierto y eso preocupa ya que la mayoría de las personas que allí trabajan son mujeres. “Hay muchas jefas de hogar, madres solas. Otros que son matrimonios. Pero es muy difícil, si se produce un cierre, pensar que podemos conseguir otro trabajo”, se lamentó.

“Por ejemplo, yo salgo siendo mujer, con 42 años y dos hijos. Está complicado para cualquiera conseguir trabajo, pero más todavía en esta perspectiva”, clamó.

“El pensar qué vas a hacer, cómo sostener a tu familia es angustiante, desolador. Para mi y para todos”, explicó Daniela quien comentó que hay compañeros que “llaman llorando porque no tienen para comer, o que deben pagar el alquiler y no les alcanza”.

Es todo muy complicado y da bronca, pero estamos tratando de resistir, de cuidar nuestros trabajos”, resumió.

La situación no complica solamente a las 120 personas que se desempeñaban en Verbano, sino que afecta a todo Capitán Bermúdez: “Estamos en una ciudad muy chica y la mayoría somos de acá, entonces afecta a la economía de la ciudad. No somos 120 personas, somos 120 familias, a todos nos tenemos que multiplicar por 3 a 4, entonces no podés entender cómo es que no llega una ayuda, cómo no llega el Estado”.

Al momento tanto desde la empresa como desde el gremio están manteniendo conversaciones con el Ministerio de Producción de la provincia, pero según aclaró Resumi “sólo son unos contactos” y todavía se está a la espera de una respuesta concreta. “La idea es llegar para pedir un subsidio, para la gente o para que se puede invertir para poder empezar a producir”, indicó.

La inseguridad también los afecta

A la realidad compleja que están atravesando, en las últimas semanas se le sumaron los robos dentro del predio de Verbano, que fueron en aumento. Se trata de un predio “abierto por todos lados” y al haber menos movimiento del normal, ingresa gente pese al personal de seguridad que allí trabaja.

“Si bien los chicos están yendo a soldar y a cerrar lo más que se pueda para que no entren, han robado mucho”, explicó Daniela. “Es increíble ver cómo la gente vende por Internet la vajilla que se llevan”, acotó.

“Igualmente el problema no es tanto el robo a mercadería porque no es tanto lo que se llevan y lo podés recuperar. El problema es que la última vez robaron cableado, que no son cables comunes y son bastante caros y por ahí después no podés prender algún sector, se complica bastante”, describió.

Cuando se enteran que una fábrica está sola, aprovechan. Es que en Bermúdez está terrible, la crisis hace que salgan a robar mucho, que salga lo peor”, dijo la delegada sobre la inseguridad que viven en la localidad, igualmente aclaró que el último tiempo comenzó a verse “más movimiento” y que están controlando más en la planta.

Asamblea y marcha

Este jueves 2 de julio, los trabajadores de Verbano se reunieron en asamblea en la puerta de la fábrica y decidieron que realizarán una marcha para hacer escuchar su reclamo. Será el próximo lunes a las 10 en Capitán Bermúdez, desde la sede de la empresa hasta el municipio.

Convocaron a la ciudadanía a sumarse en apoyo a su lucha, como así también a distintos gremios. Ya confirmaron su presencia representantes de la CGT de San Lorenzo y otros gremios de la región y el intendente Daniel Cinalli afirmó que los recibirá.

La empresa se encuentra ubicada en zona semiurbana, en Av. San Lorenzo al 1400, hacia el río.

“Nos preocupa la perspectiva a futuro. El accionista principal nos comunicó que no tiene voluntad de seguir invirtiendo. No hay intención de arrancar y eso genera una gran incertidumbre”, sentenció Juan Moreira, secretario general del gremio ceramista

Asimismo, Carina Mugracci, delegada de fábrica e integrante del sindicato de ceramistas, reconoció que “aún no pudieron reunirse con las autoridades del Ministerio de la Producción, aunque sí con la Comisión de Empleo de la Cámara de Diputados, a la que plantearon alguna acción para que la empresa pueda seguir recibiendo partidas del programa nacional de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), para el pago de salarios”, apuntó