Venezuela y Rusia renovaron el sábado contratos de «apoyo y asesoría» en materia militar y energética que incluyen la participación de empresas rusas en el país petrolero, anunció el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
«Hemos renovado todos los contratos de apoyo, asesoría y avance en el aspecto técnico militar», dijo el mandatario tras despedir al viceprimer ministro ruso, Yury Borisov, con quien se reunió más temprano. Aunque no ofreció detalles sobre los acuerdos firmados, Maduro destacó que incluyen la «participación de empresas rusas en todas las áreas de la producción estratégica», como la petrolera, gasífera y agrícola.
La «cooperación técnico-militar», en tanto, «marcha de acuerdo al cronograma de manera perfecta», añadió el líder socialista a través de la televisión gubernamental. Maduro había adelantado el pasado miércoles que la visita de Borisov serviría para «terminar de amarrar y sellar» acuerdos en diversas áreas con la administración del presidente ruso, Vladmir Putin.
Extraordinario encuentro de trabajo con Yuri Ivánovich Borisov, Vice Primer Ministro de la federación rusa, con quien conversé sobre los avances de la Comisión Intergubernamental de Alto Nivel, encargada de dar impulso a los numerosos acuerdos establecidos entre Rusia y Venezuela pic.twitter.com/ng33fjyZsu
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) October 6, 2019
Rusia es uno de los principales aliados internacionales de Caracas -junto a China, Cuba y Turquía- y es su segundo mayor prestamista después de China. El primer ministro, Dimitri Medvedev, respaldó el viernes en La Habana a Maduro, cuya legitimidad desconocen medio centenar de países encabezados por Estados Unidos, que avalan al opositor Juan Guaidó como mandatario encargado.
La semana pasada, el presidente venezolano realizó una visita oficial al Kremlin en la que fue recibido por Putin. Según Maduro, en la cita se ratificó el apoyo ruso para fortalecer la «capacidad técnica de defensa» venezolana.
El país caribeño está sumido en la peor crisis de su historia reciente, con una hiperinflación que el FMI proyecta en 1.000.000% para 2019 y un desplome de la producción de crudo -fuente de 96% de los ingresos-, a lo que se suman duras sanciones de Washington, que exige a Rusia cesar su apoyo a Maduro.