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Un país, dos presidentes

Venezuela: semana clave en pulseada entre Maduro y Guaidó por la ayuda humanitaria


Venezuela entra este lunes, bajo tensión, en una semana crucial del pulso entre el presidente Nicolás Maduro y el opositor Juan Guaidó, quien promete ingresar a toda costa el sábado ayuda humanitaria que el gobierno bloquea por considerarla el inicio de una invasión militar estadounidense.

Reconocido como mandatario interino por 50 países, Guaidó prepara movilizaciones en todo el país para acompañar voluntarios que irán a la frontera en caravanas de autobuses en busca de las toneladas de medicinas y alimentos, acopiados en Colombia, Brasil y Curazao.

Cargamentos de asistencia llevados en aviones militares de Estados Unidos permanecen en las bodegas de la ciudad colombiana de Cúcuta, cerca del puente limítrofe Tienditas, bloqueado por militares venezolanos con camiones y otros obstáculos.

Un segundo centro de almacenamiento en Brasil se alista en el estado fronterizo de Roraima para recibir ayuda brasileña, y el martes llegará un avión desde Miami a Curazao con más asistencia estadounidense, según el equipo de Guaidó.

A medida que se acerca el sábado, Guaidó, jefe del Congreso de mayoría opositora, multiplica sus llamados a la Fuerza Armada, principal sostén de Maduro, para que deje pasar la asistencia.

«Este 23 de febrero tienen la oportunidad de salvar las vidas de cientos de miles de venezolanos», expresó la noche del domingo.

No obstante, la Fuerza Armada reforzará la presencia en las fronteras, pues a juicio de Maduro la ayuda humanitaria es un «show» y el preludio de una acción militar no descartada por el gobierno de Donald Trump.

Este lunes, al cumplirse cinco años de la detención del líder opositor Leopoldo López, bajo arresto domiciliario, Guaidó le agradeció en Twitter «por ser fundamental» para «soñar con la Mejor Venezuela».

«Nos estamos muriendo»

 

Guaidó fijó para el ingreso de la ayuda el día en que cumple un mes de haberse autoproclamado como presidente interino, luego de que el Congreso declarara a Maduro «usurpador» al considerar «fraudulenta» su reelección.

El opositor, de 35 años, no ha querido revelar cómo vencerán el cerco impuesto por Maduro, pero asegura que el sábado habrá una «avalancha humanitaria» y que espera que los 600.000 voluntarios registrados aumenten a un millón.

Un día antes se celebrará en Cúcuta un concierto con artistas internacionales, organizado por el multimillonario británico Richard Branson para recaudar 100 millones de dólares en 60 días, que se sumarán a los 110 millones ya reunidos según Guaidó.

«Que la ayuda venga de donde sea (…). Nos estamos muriendo de hambre y falta de medicinas», declaró a AFP Rómulo Chinchilla, de 64 años, en uno de diez campamentos instalados el domingo por voluntarios para ofrecer asistencia médica.

Este lunes, la oposición denunció que la web de registro de voluntarios fue bloqueada por la estatal CANTV, mayor proveedora de telefonía e internet en Venezuela. La AFP constató que la página no funciona con ese servicio, pero sí con el de compañías privadas.

Los venezolanos padecen falta de medicamentos e insumos hospitalarios además de una voraz hiperinflación que el FMI proyecta en 10.000.000% este año. Huyendo de la crisis, unos 2,3 millones (7% de la población) emigraron desde 2015, según la ONU.

Pero Maduro culpa de la crisis a sanciones financieras impuestas por Washington, con daños a la economía estimados por Caracas en 30.000 millones de dólares.

Para el presidente socialista los cargamentos son «migajas» de «comida podrida y contaminada».

«Al tiempo que el régimen le cierra la puerta a la ayuda humanitaria se la cierra a una salida pacífica a la situación política. Esperemos que el sentido común prevalezca entre quienes toca hacer de porteros», opina el analista Benigno Alarcón.

 

«Un régimen aislado»

 

El conflicto por la ayuda humanitaria escaló nivel internacional. Rusia, China, Turquía Irán, Cuba y otros aliados de Maduro han condenado «la injerencia» de Estados Unidos y otros gobiernos.

El domingo, el gobierno prohibió la entrada al país de cinco diputados del Grupo del Partido Popular Europeo (PPE) y el subsecretario general de esa formación, que pretendían reunirse con Guaidó, pero fueron devueltos del aeropuerto internacional.

«La delegación de eurodiputados (…) es expulsada por un régimen aislado y cada vez más irracional», reaccionó Guaidó.

Según el canciller Jorge Arreaza, tenían «fines conspirativos».

Los eurodiputados, cuya prohibición de entrada fue condenada por España y Francia, anunciaron desde Madrid que intentarán ingresar desde Colombia el sábado.

Por su parte, la Unión Europea (UE) y Uruguay enviarán en los próximos días una misión técnica a Venezuela con expertos en elecciones y de ayuda humanitaria, ambos temas rechazados por Maduro.

El Grupo de Lima, que conforman países latinoamericanos y Canadá, se reunirá el 25 de febrero en Bogotá para ratificar su apoyo a Guiadó.

Según Maduro, Venezuela está en el centro de una lucha «geopolítica» en la que Washington buscar apropiarse de petróleo y el oro del país, usando como «títere» a Guaidó.