Política y Economía

Veganismo: abogada advierte que la producción y consumo animal viola la Constitución


Para Miotti, "hay sobrada evidencia que da cuenta que comer animales ha quintuplicado el nivel de explotación animal y humano, que perjudica al medioambiente y que profundiza la crisis climática y las desigualdades sociales"

El sistema de producción y consumo animal viola garantías constitucionales, según la abogada Angélica Miotti, especialista en derecho animal e impulsora del veganismo.

Para Miotti, «hay sobrada evidencia que da cuenta que comer animales ha quintuplicado el nivel de explotación animal y humano, que perjudica al medioambiente y que profundiza la crisis climática y las desigualdades sociales».

En diálogo con NA, la letrada fundamentó la posición vegana a partir de «argumentos en la ética, en la filosofía, en los principios del bien común, en la historia, en principios de la Justicia, en la ciencia y en los principios de otros movimientos de liberación como es el feminismo».

En ese sentido, apuntó: «En términos de derecho, el sistema de producción animal es inconstitucional ya que viola sistemáticamente principios y garantías previstos en nuestra Constitución Nacional».

«Vengo denunciando desde hace rato que nuestro sistema de producción y consumo es completamente ilegítimo desde hace décadas, y que atenta sobre todo el artículo 41 de la Constitución nacional que dice: ´todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo´», advirtió.

Según Miotti: «La ciencia ya confirmó que no es necesario para sobrevivir comer animal. Y además no es neutral: es político. Todo consumo es político, consumir animales por lo tanto también lo es.

Pero hay una barrera especista muy grande, que incluso los movimientos de liberación muchas veces no logran atravesar».

Señaló además que el «especismo» es «la discriminación negativa que en la misma línea del sexismo y del clasismo entre otras, legitima y permite niveles de discriminación y niveles inauditos de violencia».

Al ser consultada sobre los fundamentos éticos por los cuales no se debería comer animales, expresó: «Se puede fundamentar desde la ética, desde la equidad, y desde la no violencia. La ética no distingue entre las especies. Parte de un sistema que explota y asesina, que hace reproducción forzadamente animal, para enviarlos al matadero y para consumir una bebida que no necesitamos los mamíferos. Al mismo tiempo me pregunto: ¿por qué amar a unos y comernos a los demás animales?».

Miotti comparó la situación legal de los derechos de los animales con la lucha por la legislación que proteja a las mujeres.

«En la práctica, cuesta mucho lograr leyes de protección de los derechos de los demás animales, sobre todo por el fuerte lobby empresarial y corporativo. A pesar de que la ciencia avala que los animales sienten y eso ya es suficiente para ser titulares de derecho, las leyes actuales continúan a contramano de la ciencia, de los principios éticos y de la no violencia. Al derecho y a la administración de justicia, es evidente que le sigue conviniendo que los animales sean entendidos como cosas. Lo mismo que sucedió –y sigue sucediendo- con las mujeres», evaluó en ese sentido.

La experta advirtió: «No se trata de una cuestión personal la decisión de comer o no animales. Por eso consideramos que lo animal es político. Si volvemos a la premisa de que todo consumo es político, consumir animales también lo es ya que denuncia incontables desigualdades sociales y la negación de derechos».