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Vanina Correa: arquera, mamá y con la celeste y blanca en el corazón


La futbolista rosarina, que ataja en Central, estará en el Mundial de Francia y dialogó con CLG. Su pasado, su presente y su futuro. Conocé a una referente del fútbol femenino

Por Malena Acosta

Vanina Correa es rosarina y es la arquera de la selección argentina de fútbol que disputará a partir del 7 de junio el Mundial de Francia. A pocos días de viajar rumbo a un nuevo sueño, dialogó con CLG sobre su vida, la actualidad del fútbol femenino en Rosario y en el país, cómo vive estos días previos a la Copa del Mundo, los rivales y su futuro: “Tenía muchas ganas de volver a la selección y retirarme bien, quizás ésta sea la oportunidad”.

Vanina Correa tiene 35 años, comenzó a jugar al fútbol a los 6 años en una liga de varones de Villa Diego Oeste. Su vida transcurrió siempre cerca de una pelota. Actualmente juega en Rosario Central y anteriormente paso por Social Lux, Renato Cesarini, Boca y Banfield. Debutó en la selección Sub 19 en el año 2000, con apenas 16 años. Jugó dos mundiales en 2003 y 2007, fue campeona de la Copa América del 2006 y participó en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.

Hace 5 años llegaron los mellizos Romeo y Luna y a partir de ahí sus días se volvieron un poco más agitados. Su día arranca a las seis de la mañana para ingresar a su trabajo a las siete como cajera en la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez. A las 13 regresa a su casa, cambia a los mellis y los lleva al jardín, almuerza y se prepara para ir al gimnasio o entrenar con su profe de arqueras, luego se suma a los entrenamientos con sus compañeras de Rosario Central. A su vuelta, que no es antes de las 21, baña a sus hijos, cena y se va a dormir para así arrancar al otro día el mismo recorrido.

Desde hace un tiempo, su rutina se modificó ya que de lunes a viernes se instala en el predio de AFA en Ezeiza con la selección para realizar entrenamientos y ajustar detalles de cara al Mundial. La rosarina es la única del plantel que es mamá. “Es difícil dejar a la familia, estoy acostumbrada a estar con mis hijos, ahora los veo solo los fines de semana, los viajes a veces son largos, las concentraciones, pero es lo que elijo y lo que me llena en este momento”, destacó.

“Son los últimos días en el país y eso genera ansiedad, nos vamos el 31 para Francia. Jugué varios mundiales, pero este se vive diferente. Hay que estar tranquila pese a que uno sabe todo lo que se viene. Este torneo me llega en un momento de mi vida donde estoy más relajada, disfruto más de los entrenamientos, los amistosos, las charlas, antes me auto exigía demasiado. El plantel llega bien, tenemos charlas, nos juntamos y nos apoyamos entre todas”, remarcó a la hora de hablar sobre cómo vive estos días previos a la Copa del Mundo y como se encuentra el equipo.

El Mundial de Francia comienza el 7 de junio y finaliza el 7 de julio. Argentina integra el grupo D junto con Japón, Inglaterra y Escocia. “Nos tocó una zona complicada, Japón es uno de los favoritos junto con Inglaterra, Escocia llega más o menos a la par nuestra, pero no deja de ser una selección europea y bien preparada”, opinó sobre los rivales.

En 2010 Vanina sufrió una lesión en su cadera que la alejó durante 5 años de las canchas y en el año 2017 Carlos Borrello, quien volvía a ser el director técnico de Argentina (había dirigido a la selección entre 2003 y 2012), la llamó para que volviera a calzarse la celeste y blanca. “Cuando Carlos me llamó le dije que mi situación era otra, que no me iba a resultar fácil volver después de tantos años, pero lo hablé con mi entorno familiar y acá estoy por jugar mi tercer Mundial”, dijo con mucho énfasis.

Sobre su futuro también quiso aclarar: “No sé si será mi último Mundial, lo hablé con mi profe de arqueras y me dijo que lo piense bien, que disfrute el momento, luego decidiré qué decisión tomar. Sí tengo claro que cuando dé un paso al costado mi idea es seguir ligada al fútbol femenino, como entrenadora de arqueras o estar en procesos de formación”.

Además, habló sobre el momento que atraviesa el fútbol femenino en el país: “Es un proceso lento, en otros países es profesional, pero tiene carencias. No hay sponsor, nadie quiere invertir dinero, las jugadoras pagan para jugar. Después de tanta lucha AFA entendió que el fútbol tiene que ser profesional. Quizás ahora con el Mundial se agilizó un poco, pero va a llevar tiempo armar algo a nivel nacional y donde puedan participar otros clubes que están preparados para estar en AFA”. También añadió que en Rosario la situación es similar: “Habría que mejorar poniendo categorías en inferiores donde la jugadora tenga una formación y un deseo de llegar a primera, ese sería un punto, aunque hay muchos por mejorar”.

En cuanto a su presente en el torneo local, este año Vanina decidió dejar Social Lux para sumarse a Rosario Central. “Hablé con Rosana, DT del Canalla, y me expresó su deseo de que vuelva a Central ya que a van a ingresar al torneo de AFA, lo pensé, lo analicé y decidí terminar mi carrera en el club donde empezó todo. Tengo trato con las chicas de Social, soy amiga, nos seguimos viendo, pero quería terminar mi carrera jugando en AFA”.