La organización difundió un informe con pronósticos complejos para fines de 2020, en medio de la pandemia de coronavirus, que se suma a la crisis ya existente. Realizaron diversas propuestas para afrontar la gravísima situación
Unicef Argentina estimó esta semana que la pobreza en niños, niñas y adolescentes alcanzará el 58,6% para fines de 2.020. La proyección fue dada a conocer a través de una videoconferencia, en la que consideraron que en diciembre la pobreza extrema sería del 16,3%. Estas consideraciones fueron realizadas en función del impacto que tendrá en la economía la crisis del coronavirus.
Entonces, según los datos de la organización, la cantidad de infancias y adolescencias pobres pasaría de 7 millones a 7,7 millones. Mientras que quienes están en situación de pobreza extrema, pasarán de 1,8 a 2,1 millones, unos 300 mil más.
Esta videoconferencia se suma a una encuesta dada a conocer por Unicef hace alrededor de un mes. El cálculo se hizo en base a dicho trabajo y a la estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el impacto del Covid-19 en la economía argentina, que indica una caída de 5.7 puntos del PBI.
Según las estadísticas presentadas por Unicef, el repunte se vería en el 2021, llevando al PBI hacia fin de año a niveles superiores al 2017, cerca de los 5 puntos, aunque lejos todavía de los mejores años: 91/92 y 2010/11. Siempre y cuando los efectos de la pandemia, como el aislamiento social y la contracción de la economía no se extiendan en el tiempo. El repunte económico llegaría a fines del año próximo.
Estos últimos análisis evidencian las fuertes desigualdades que existen en Argentina. La pobreza aumenta significativamente cuando las niñas, niños y adolescentes residen en hogares donde la persona adulta de referencia está desocupada (94,4%), con un trabajo informal (83,9%), con bajo clima educativo (92,9%), migrantes internacionales (70,8%) o cuando la cabeza de la familia es una mujer (67,5%).
“Los datos nos muestran que el Covid-19 impacta con más fuerza en las poblaciones vulnerables, amplía las brechas de inequidad que ya había en el país y aumenta los niveles de pobreza entre las niñas, los niños y adolescentes, las victimas ocultas de la pandemia”, señaló Luisa Brumana, Representante de Unicef Argentina.
El informe también hizo referencia a la grave situación que se vive en villas y barrios populares de Buenos Aires, donde los casos crecen día a día. La ubicación de la vivienda es una de las características que más incide en la desigualdad. El Registro Nacional de Barrios Populares de la Argentina indica que 4,2 millones de personas viven en estos lugares: casi el 90% no cuenta con acceso formal al agua corriente, el 98% no tiene acceso a la red cloacal, el 64% a la red eléctrica formal y el 99% no accede a la red formal de gas natural.
“Preocupa la combinación de elevados niveles de pobreza monetaria y estructural. Si los niños y niñas residen en viviendas inadecuadas o están hacinados, es difícil aplicar medidas de contención efectivas”, agregó Brumana.
En este sentido, Unicef realizó diversas propuestas para afrontar esta gravísima situación a través de Sebastian Waisgrais, especialista en Inclusión Social de la organización. Waisgrais señaló que es clave mejorar el poder adquisitivo de la Asignación Universal por Hijo (AUH): “Proponemos que siga implementándose el bono extraordinario de $3103 a los titulares de la AUH y la asignación por embarazo para todo el 2020 -dijo-. Esta medida implica que el monto total de la AUH supere la línea de indigencia”.
“La protección de ingresos de los sectores más vulnerables implicó un aumento presupuestario significativo, de $514 a $650 mil millones: equivale al 2% del PIB estimado para 2020. Si se incluyen otros programas de apoyo laboral o productivo, como la Asistencia de Emergencia al Trabajo y a la Producción y los programas de créditos, se estima que las respuestas frente a la pandemia llegarían a los 3 puntos del PBI”, añadió.
Asimismo, Unicef propone ampliar los programas de protección social, como la AUH, la Asignación por Embarazo y la Tarjeta Alimentar. “Nos preocupa que desde 2016 se vienen extendiendo los plazos para presentar los certificados de escolaridad y controles de salud para percibir la AUH. Estas prórrogas vencen en los próximos dos meses y ponen en riesgo de perder la AUH a alrededor de 500 mil niñas, niños y adolescentes”, alertó Waisgrais. Y concluyó: “En 2020 la certificación de la AUH será difícil de demostrar y va a requerir nuevas prórrogas para 4 millones de niñas y niños”. El planteo de Unicef implica que la AUH sea un “subsistema de protección de ingresos universal y no condicionado”.