Experimentadas figuras y juveniles promesas. Un Newell's que deslumbró para coronarse campeón
Experimentadas figuras y juveniles promesas. Un Newell’s que deslumbró para coronarse campeón
Desde el 2004, cada 12 de diciembre es un día más que especial para los hinchas de Newell’s. Resulta que en esa fecha, la Lepra dirigida en aquel entonces por el «Tolo» Gallego visitaba a Independiente por la última fecha del Torneo Apertura 2004. El conjunto rosarino llegaba con grandes chances de ser campeón, ya que independientemente de su resultado, Vélez, debía ganar sí o sí para que Newell’s no se consagre.
Newell’s cayó frente al Rojo por 2 a 0, con goles de Jairo Castillo y Federico Insúa. Pero paralelamente, Vélez empató 1 a 1 con Arsenal, con la recordada jugada del «Gato» Sessa, por lo que la derrota nada le importó a todo el pueblo leproso, ya que luego de 13 años Newell’s volvía a gritar ¡Campeón!
Una vez finalizado el encuentro, se desató una locura en Avellaneda. Un hecho épico nunca antes visto en el fútbol argentino: al rededor de 40.000 hinchas dijeron presente en la «Doble Visera» para vivir una tarde inolvidable, que sin duda alguna marcó un momento histórico en la vitrina de la Lepra.
El rojinegro lograba su sexta estrella. Y lo hizo con un equipo donde había nombres de gran experiencia, pero acompañados con varios jugadores surgidos de la cantera leprosa. Esa tarde Newell’s formó con: Justo Villar; Luciano Vella, Julián Maidana, Sebastián Domínguez, Germán Re; Fernando Belluschi, Ariel Rosada, Guillermo Marino, Ariel Ortega; Ignacio Scocco e Iván Borghello.