Espectáculos

Crítica

Una secuela apta para todo público


Por Santiago Fizsbein

Se estrenó finalmente «El Depredador», secuela de la clásica película de 1987 protagonizada por Arnold Schwarzenegger y la de 1990 pero esta vez con Danny Glover a la cabeza.

En esta versión «light» de los cazadores alienigenas, se sitúa en el la actualidad. El capitán Quinn McKenna (Boyd Holbrook), francotirador del Ejército de Estados Unidos, es atacado por un Depredador que llega del espacio por ser perseguido por otro, aún más peligroso, para detenerlo. Es allí donde una sección secreta del Gobierno interroga a McKenna y estudia los comportamientos de los extraterrestres. Todo va a cambiar cuando el hijo de Mc Kenna entra en contacto con un artefacto de los Depredadores.

El director Shane Black fue escritor encubierto de «Depredador» en 1987 y uno de los miembros comandados por Arnold. En esta ocasión lo que hizo es conectar las dos primeras partes de la saga ( y descartando totalmente «Depredadores» de 2010) para hacer esta secuela que dejo un sabor agridulce.

Los personajes son muy carismáticos pero cuando la trama empieza a girar con cosas absolutamente raras e involucrar niños, todo va para peor. Los que ya conocen esta saga, saben que es una película realmente violenta en la cual el alienigena es un asesino despiadado, pero los tiempos cambian y tuvieron que edulcorar la saga haciéndola más infantil e inverosímil.

Si el propio Black hubiera obviado los últimos cinco minutos de la película y ciertas características del niño, la cosa hubiese funcionado mejor, pero lamentablemente Hollywood, más que empatarla, la pierde.

Calificación: Regular.