Uno de Dinamarca, el otro desde Alemania, cada uno del lado de su país, siguen demostrando cariño y pasan tardes enteras divididos por una barrera fronteriza
Una pareja de ancianos sufre el coronavirus de una manera muy particular y demuestran que el amor puede más, ya que, ante el cierre de fronteras en Europa, quedaron separados.
Uno de Dinamarca, el otro desde Alemania, cada uno del lado de su país, siguen demostrando cariño y pasan tardes enteras divididos por una barrera fronteriza.
No es más que la distancia de seguridad que recomiendan en lugares públicos en la mayor parte de los países europeos, pero en este caso como en algunos otros, hay distancias que unen.