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Fadhila Mammar   

Una mediadora intercultural española, de visita por el Ludueña


Por Diego Carballido

El desarrollo del XIV Congreso Mundial de la Mediación y la Paz en Capital Federal tuvo como consecuencia la sorpresiva visita al barrio Ludueña de una figura reconocida en el área a nivel mundial. Se trata de Fadhila Mammar, una licenciada española en Filología, máster en Migraciones, Refugio y Relaciones intercomunitarias, pero principalmente una experta en mediación intercultural. Además, en España fue directora de los programas “Cuarto Mundo” a cargo de la ONG Médicos Sin Fronteras donde abocó su trabajo a la problemática del Sida en la población inmigrante.

Actualmente dirige el Servicio Social Intercultural de la ciudad de Madrid además de ser docente universitaria y capacitadora de muchas instituciones españolas y de América Latina. En septiembre del 2012 recibió la medalla de la Paz y la Concordia en Belo Horizonte (Brasil) y tiene numerosos escritos sobre el tema de las migraciones y la interculturalidad.

Una nutrida concurrencia ocupó las instalaciones de la pequeña capilla Santa Rita, ubicada en el centro del barrio Ludueña, donde representantes de todas las instituciones particulares, religiosas y del Estado municipal y provincial con trabajo social en la zona, junto con alumnos de la secundaria Nº 3127 que funciona a pocos metros, mantuvieron una cálida charla con Fadhila, quien los escuchó atentamente.

«Es necesario pensar en la palabra ‘suerte’. En mi caso, tuve suerte. No porque mi familia fuera rica. Al contrario, sino porque no pasé necesidades y puede estudiar. Y esa suerte, según como veo la vida, de alguna forma debo devolverla a este mundo», intervino la licenciada española al ser consultada sobre las razones que la movilizan a realizar diariamente su trabajo.

La cotidianidad de Fadhila está atravesada por la mediación permanente entre realidades diferentes en un mundo donde la globalización y las necesidades obligan a las poblaciones a emigrar a otros territorios, como es el caso de los africanos que arriban a España. «No puedo pensar solo en mí porque, frente al regalo de la vida, es necesario un compromiso con el otro», dijo Mammar en un idioma español que deja entrever sus raíces tunecinas.

Una vez interiorizada sobre las principales problemáticas que atraviesa el barrio Ludueña, que van desde las necesidades básicas no resueltas hasta la violencia entre los jóvenes, Mammar recibió con agrado la interpretación de diferentes canciones a cargo de los alumnos de la secundaria.