Una de cada 25 personas tiene al menos una enfermedad de transmisión sexual (ETS) curable, según un informe publicado este jueves por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que alertó que esas patologías afectan cada año a más de 370 millones de personas y matan a 200.000 bebés.
«Esta es una llamada de atención para lograr un esfuerzo concertado y asegurar que todos, en cualquier lugar, accedan a los servicios que necesitan para prevenir y tratar estas enfermedades», expresó Peter Salama, director ejecutivo de la Cobertura Universal de Salud de la OMS, en un comunicado.
El informe analiza cuatro ETS (clamidia, gonorrea, sífilis y tricomoniasis) y sus efectos negativos, que incluyen alteraciones neurológicas y cardiovasculares, infertilidad, complicaciones del embarazo, muerte fetal y un mayor riesgo de adquirir VIH.
«Una de cada 25 personas en el mundo tiene al menos una de estas enfermedades curables, pero algunas tienen varias al mismo tiempo», aseguró por su parte Melanie Taylor, epidemióloga médica del Departamento de Salud Reproductiva e Investigación de la OMS.
De las más de 376 millones de infecciones destacadas en el informe entre hombres y mujeres de 15 a 49 años (hasta 2016), la tricomoniasis fue la más común, con 156 millones de casos, seguida por clamidia (127 millones de casos) y gonorrea (87 millones). La sífilis (6,3 millones) causó un estimado de 200.000 muertes fetales y neonatales en 2016, lo que la convierte en una de las principales causas de muerte de bebés a nivel mundial.
La investigación incluye además otros cuatro virus incurables: hepatitis B, virus del herpes simple (VHS o herpes), VIH y virus del papiloma humano (VPH).
«Los síntomas o enfermedades debidas a infecciones virales incurables pueden reducirse o modificarse mediante tratamiento», señalaron los autores del estudio, que recomendaron «el uso correcto y consistente del condón» y la «educación sobre salud sexual».
Las ETS «no están recibiendo atención suficiente. Continuamos estigmatizando a la gente que las sufre, les negamos el cuidado y fallamos en su prevención. Necesitamos hablar abiertamente de esto, ya que estas infecciones no deberían ser tratadas diferente a cualquier otra», aseguró la especialista Theodora Wii.