Ciudad

Un sentido reconocimiento de Luz y Fuerza a todo el personal de la salud


El Sindicato envió una solicitada destacando el esfuerzo de los trabajadores ante la pandemia del coronavirus

En reconocimiento a los médicos, enfermeros y enfermeras, autoridades y personal de establecimientos asistenciales y personal de la Salud en general, el Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario ha dado a conocer una solicitada en la que remarca el trabajo denodado que realizan. El comunicado lleva las firmas del secretario general del gremio, Alberto Botto y del secretario de Servicios Sociales, Fabián Vieyra.

Nuestro reconocimiento a los médicos, enfermeros, funcionarios y todo el personal de la salud

«Si algún asomo de mérito me asiste en el desempeño de mi profesión, éste es bien limitado, yo no he hecho más que cumplir con el clásico juramento hipocrático de hacer el bien a mis semejantes». Estas palabras pertenecen al gran médico argentino Esteban Laureano Maradona al referirse al noble ejercicio de la medicina y son propicias para el justo reconocimiento que se debe a los médicos, quienes en esta pandemia de Covid-19 arriesgan su salud y hasta la propia vida en el plausible afán por salvar al prójimo. Médicos e instituciones sanitarias públicas y privadas, que con frecuencia deben hacer frente a un enemigo invisible en condiciones de inferioridad, dejando a sus familias, resignando horas de descanso, entregando lo mejor de sí para salvar una vida.

Seres humanos que, en las salas de guardias, de internación o unidades de cuidados intensivos, conviven con el sufrimiento del prójimo y están expuestos no solo a los efectos de un virus implacable, sino a una carga emocional estresante. Hace largos días que estos profesionales están mirándole la cara a la muerte y viendo como en algunos casos, lamentablemente, ella gana la batalla. Los medios de comunicación a menudo dan cuenta de personal de salud infectados y hasta muertos. Son los más expuestos, los que están en la primera línea de este campo de guerra singular y los que luchan denodadamente.

No sería justo, por otra parte, no destacar también, y con mayúsculas, el trabajo invalorable de enfermeras y enfermeros, paramédicos, camilleros, mucamas y todo el personal de salud quienes codo a codo con los profesionales le ponen el pecho a esta pandemia que ha asolado al mundo.

Sin embargo, hay también una realidad lamentable, toda esta gente que siempre, y especialmente en estas circunstancias, trabaja con vocación y afanosamente, se ha visto muchas veces agredida moralmente con carteles en edificios o automóviles en los que se les exigía que se fueran de sus hogares porque eran focos de contagio. Estas y otras formas de discriminación repudiable de las que han sido objeto, son perpetradas por personas no solo dañinas, sino ignorantes pues desconocen que nadie mejor que un profesional de la salud adopta medidas de prevención y seguridad en beneficio de la propia integridad física, de la de sus seres queridos y de todo el entorno.

Por otra parte, es necesario subrayar que el ejercicio de la loable tarea de sanar, tanto en el sector público como privado, está en la Argentina desde hace tiempo atravesando una crisis financiera proverbial, como consecuencia de la situación económica, la inflación, el valor del dólar y el costo de insumos y aparatología que en la mayoría de los casos debe importarse. Asimismo, los salarios del personal de la salud, médicos, enfermeros y demás, muy lejos están en muchos casos de equipararse con la sacrificada labor que realizan.

En esta crisis sanitaria mundial, se ha observado que muchas personas del área de salud han muerto, muchas han sido contagiadas y siempre han soportado y soportan un peso psicológico inmenso que, lamentablemente, como se ha conocido, resultó en suicidios.

Es por todo esto que desde el Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario quisimos expresar estas palabras en reconocimiento a los establecimientos de salud públicos y privados, a sus médicos, enfermeros y personal de la salud en general, invitando a todos los ciudadanos no solo a aplaudir desde los balcones en reconocimiento a la labor de estos profesionales, sino a acompañarlos en el justo reclamo de todos sus derechos, y a repudiar todo tipo de discriminación o menoscabo del ejercicio de la medicina y de quien lo lleva adelante.

Fabián Vieyra, Secretario de Servicios Sociales

Alberto Botto, Secretario General