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Opina Pablo Bloise

Un medio vertiginoso para balancear el doble cinco


Por Pablo Bloise

Jorge Sampaoli expresó en esta última semana una seguridad que prácticamente nunca se le vio antes. Por cinco días consecutivos, el DT de la selección argentina paró un mismo equipo de titulares que, precisamente, será el que salga este sábado a la cancha para saltar la primera valla del Mundial: la modesta Islandia.

Atrás quedó la sorpresa del doble cinco. Es verdad: llamó y mucho la atención, más que nada por la talla del rival, que el Zurdo haya decidido relegar a un jugador de tenencia como Lo Celso para darle lugar a Biglia y “reforzar” el retroceso argentino. Sin embargo, y con el correr de los entrenamientos y las virtudes de los futbolistas elegidos, la decisión cobra cierta lógica.

Es que Sampaoli hará la gran Sabella. En el debut de Argentina en el Mundial pasado, ante Bosnia, el ex técnico de Estudiantes había parado un (muy) criticado 5-3-2, lo que luego se fue transformando en un 3-5-2, soltando a los laterales-volantes para generar amplitud de juego. Y no es nada menos que lo que intentará hacer el hoy portador del buzo albiceleste. Por eso la inclusión de Salvio, la decisión de mantener a Tagliafico y la apuesta por Maxi Meza, que en cinco días pasó de ser espectador de lujo a titular en el debut.

A partir de que esas son las cartas que están sobre la mesa, se explica mucho mejor la inclusión de Biglia. Fiel a su estilo vertical y vertiginoso que mostró en Chile, Sampaoli le pedirá a Mascherano que se meta entre los centrales (Otamendi y Rojo) y liberará a Salvio y Tagliafico para formar los cinco del medio, junto con Biglia, Meza y Di María. Más arriba, Messi “flotará” haciéndole las veces de 10 al Kun Agüero, otra apuesta del DT casildense cuando todo parecía prever que Higuaín iba a ser el nueve titular.

¿Qué pasa si el planteo funciona? Todo parece indicar que no prosperará en el tiempo. Sampaoli contempla la chance de modificar esquema y apellidos. Y eso será un acierto por parte del entrenador, ya que tanto Croacia como Nigeria no le regalarán metros a Argentina como presuntamente lo hará Islandia.

¿Qué pasa si la apuesta falla? Al DT no le quedará otra que muñequear en el acto. Debe tener un plan B que no sea agachar la cabeza y darle la pelota a Messi. Volviendo a la comparación con el Mundial pasado, que no suceda lo del partido ante Irán, que sólo una individual del rosarino pudo salvar a la selección de un papelón.

La posición en la que Sampaoli acomodó las piezas no es descabellada. Se le puede criticar la táctica elegida pero, para la que escogió, los nombres son los correctos. Si los jugadores se ajustan al libreto, la selección tiene altas posibilidades de ganar sin tener necesidad de sufrir y por peso propio, más allá de que el rival tenga facetas endebles.