El paciente, Steve Verze, contó: "Necesito una prótesis desde los 20 años, y siempre me he sentido acomplejado por ello"
Un paciente londinense se convertirá hoy en el primero del mundo en recibir el implante de una prótesis ocular impresa en 3D, informó el hospital de la capital británica que llevará a cabo la operación.
«Será la primera persona del mundo en recibir un ojo impreso en 3D creado completamente de forma digital», afirmó el hospital Moorfields Biomedical Research Centre en un comunicado, según consignó la agencia de noticias AFP.
El paciente, Steve Verze, contó: «Necesito una prótesis desde los 20 años, y siempre me he sentido acomplejado por ello».
«Cuando salgo de casa, a menudo me miro en el espejo y no me gusta lo que veo», añadió el ingeniero londinense.
«Este nuevo ojo es fantástico y solo puede ir a mejor «, indicó el hombre que probó la prótesis a principios de noviembre.
Los implantes acrílicos requieren que se haga previamente un molde de la cuenca del ojo, un procedimiento engorroso, especialmente para los niños, antes de colocarlos y pintarlos.
En cambio, la impresión en 3D reduce a la mitad el proceso de fabricación de la prótesis, que en la actualidad tarda seis semanas, precisó el hospital.
A través de un escaneo, el programa informático elabora un modelo en tres dimensiones y los resultados se envían a una impresora en Alemania, que produce el ojo en dos horas y media.
Además, esta prótesis parece más natural, ya que permite que la luz pase a través de toda su profundidad, informó AFP.
«Esperamos que este ensayo clínico nos proporcione pruebas sólidas del valor añadido de esta nueva tecnología y de la diferencia que supone para los pacientes. Está claro que tiene el potencial de reducir las listas de espera», comentó el profesor Mandeep Sagoo, oftalmólogo del hospital.
Según la fundación inglesa Moorfields Eye Charity, más de ocho millones de personas en todo el mundo tienen una prótesis ocular, debido a una deformación, enfermedad o traumatismo.
Sin embargo, la organización señala que las técnicas de fabricación han cambiado poco en los últimos 50 años.