Un joven de 19 años que participaba este domingo del maratón de Mar del Plata sufrió un paro cardíaco y se descompensó a la altura de Playa Grande, por lo que fue internado en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) y se encuentra en estado delicado.
Los voceros del centro asistencial indicaron que el paciente será trasladado en las próximas horas a una clínica privada de esa ciudad.
Testigos del hecho relataron que la asistencia médica tardó unos 15 minutos en llegar para atender al chico de 19 años, quien tras recibir las tareas de reanimación correspondientes fue trasladado de urgencia en ambulancia al HIGA, informó el diario La Capital de Mar del Plata.
Este maratón tiene subidas y bajadas muy intensas y es uno de los más exigentes, pero según relatos de participantes y espectadores «falló el tema de la organización» en cuanto a la asistencia de heridos, ya que el del joven no fue el único hecho.
El segundo de los casos se produjo en el kilómetro 3, a la altura del Torreón del Monje, cuando un hombre de 37 años oriundo de Morón sufrió una descompensación a causa de una lipotimia y un cuadro de deshidratación y comenzó a convulsionar en la vía pública, según informaron del HIGA.
En este caso, testigos señalaron que la ambulancia «tardó en llegar 45 minutos», aunque por suerte apareció luego una médica a bordo de una moto con un desfibrilador.
José Aguilera, quien es agente policial de Morón y se encontraba acompañando a su mujer en la carrera, cuestionó el retraso de la ambulancia al señalar: «Fue una vergüenza. Yo mismo llamé a la ambulancia y me dijeron que no podían mandarme nada porque el Municipio ya le había dado ambulancias a los organizadores del evento, pero la necesitábamos urgente».
«Fueron los propios maratonistas los que debieron llamar a los organizadores del evento para asistir a la persona, que se encontraba desmayada en el medio de la avenida», agregó en declaraciones al mismo medio.
Una vez llegada la ambulancia, el hombre pudo ser trasladado al HIGA, donde recibió atención y pudo recomponerse y estar fuera de peligro.