Un joven de 22 años fue imputado por detonar una bomba de gas lacrimógeno en el departamento que le usurparon a su novia. Sin embargo, el juez Juan Carlos Curto rechazó el pedido de prisión preventiva contra el muchacho. Le impuso, en cambio, una serie de restricciones.
El hecho por el que se imputa a Rodrigo B. ocurrió el pasado 4 de mayo en España al 1100. Algunos vecinos pensaron que uno de los edificios de la zona se incendiaba por la cantidad de humo que salía de la ventana de un departamento. Sin embargo, no era fuego, sino una granada de gas lacrimógeno que habían hecho detonar con el propósito de desalojar la propiedad de unos usurpadores, quienes aparentemente serían familiares de la joven que fue desplazada de su vivienda.
El fiscal Iván Enríquez, que investiga la causa, acusó al muchacho de “amenazas, lesiones y tenencia de explosivo”. Había pedido al juez que lo deje en prisión preventiva sin plazo. Según su versión, aquel día Rodrigo llegó al lugar cerca de las tres de la tarde acompañado de otras tres personas. Fueron en un remís y le pidieron al chofer que los esperara. Tardaron media hora y, al volver, “tenían los ojos irritados” y dijeron que “había salido bien el trabajo”.
Por su parte, la defensa hizo saber al juez que el hecho podría haberse evitado si el Ministerio Público de la Acusación (MPA) hubiera actuado diligentemente, ya que la víctima de la usurpación hizo la correspondiente denuncia pero la desecharon sin siquiera llamarla para ratificar los dichos. Puso en contexto lo ocurrido, la situación en la que se encontraba la víctima de la usurpación, a quien le quitaron la llave y no puede volver a su departamento mientras se le acumulan las deudas. Solicitó al juez la excarcelación a cambio de una fianza de 40 mil pesos o, subsidiariamente, salidas laborales de martes a domingo.
El juez Juan Carlos Curto resolvió que el imputado continúe el proceso en libertad pero presentándose semanalmente en la Oficina de Gestión Judicial, además del depósito de una caución de 50 mil pesos y la prohibición de salir de la ciudad y de acercarse al lugar del hecho.