James Gilbert tiene 22 años y se animó a estafar a Amazon en Europa. El joven inglés que vive en Mallorca fue detenido junto a sus padres acusados de ser cómplices, de conseguir 330.000 dólares mediante la compra de productos de valor y devolviendo cajas llenas de tierra.
Es el delito más grande de Europa y el segundo a nivel mundial que sufre la compañía estadounidense de comercio electrónico y servicios de computación.
El joven creó una sociedad llamada Kwartech para vender móviles, tablets y ordenadores que robaba a Amazon. El abogado de la familia asegura que los padres no sabían nada de lo que estaba haciendo su hijo pese a que dejó numerosas pistas como por ejemplo la recepción de los productos en el domicilio de la familia.
El truco que empleó Gilbert para engañar a la multinacional fue sencillo, pedía los productos, los pesaba antes de abrirlos y lo sustituía con el mismo peso exacto de tierra y arena. Después pedía la devolución y enviaba el paquete de vuelta a los almacenes de la compañía.
El autor se aprovechó del amable servicio de devolución de Amazon. En cuanto se pide un reembolso, lo ingresan inmediatamente y el cliente tiene un plazo de un mes para devolver el producto.
En cuanto Correos registra la etiqueta de devolución, Amazon da por finalizado el proceso. Al contar con miles de paquetes a devolver, parece que la compañía no los revisa inmediatamente. La estafa fue descubierta en el centro de Amazon de Barcelona cuando encontraron las cajas llenas de tierra y averiguaron de dónde procedían.