Policiales

Un joven de 15 años, en estado crítico al ser golpeado por una patota


Ocurrió en Wilde. La mamá del adolescente confirmó que hay siete personas detenidas

Ocurrió en Wilde. La mamá del adolescente confirmó que hay siete personas detenidas

Jésica, la mamá de Joel, un joven de 15 años que fue agredido por una patota de hombres -todos mayores de edad- dijo este lunes que su hijo “está en riesgo de vida”, y aseguró que hay siete detenidos por el hecho.

Joel, de 15 años, se encuentra internado en la terapia intensiva del Sanatorio Güemes de la Ciudad de Buenos Aires luego de recibir una feroz golpiza el domingo a la madrugada por parte de una patota de jóvenes, de entre 18 y 35 años, indicó Jésica a C5N.

“Mi hijo está mal pero está vivo, al menos lo importante es que está vivo”, sostuvo.

La causa está caratulada como “tentativa de homicidio” y por el hecho hay siete personas detenidas.

El ataque ocurrió el sábado por la noche en la localidad bonaerense de Wilde, cuando Joel estaba junto a varios amigos en la puerta de la casa de uno de ellos cuando se acercó una patota integrada por, al menos, siete personas.

“Llegaron con palos, botellas y piedras. Los chicos salieron corriendo para un lado y Joel quedó solo, y fue ahí cuando comenzaron a golpearlo”, relató Fernanda, tía del menor, quien dialogó con amigos de su sobrino y vecinos de la zona donde ocurrió el ataque. Y continúo: “Mi sobrino pudo escapar pero a las dos cuadras, en Yapeyú y Helguera, lo agarraron y lo volvieron a golpear”.

Según explicó la tía, por la tarde Joel fue a jugar a la pelota con los amigos a una plaza y habían discutido con otro grupo de jóvenes. “Fue una pelea pequeña, pero uno de los jóvenes les dijo: «vamos a volver”, aseguró.

Tras la agresión, los médicos que lo atendieron le dijeron a la madre que el menor “había ingresado hemodinámicamente inestable. Lo dejaron muerto en la calle”, sostuvo la mujer.

Fernanda, en tanto, señaló que “era la primera vez que los veían” y que “eran hombres más grandes” los que comenzaron con la agresión. “Eran tipos grandes, no les importó la vida de una criatura”, completó la madre.