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Un centenar de pasajeros sobreviven al desplome de un avión en México


Tras vivir momentos de pánico, un centenar de pasajeros sobrevivieron este martes a la violenta caída del avión en que viajaban, poco después de un despegue fallido desde el aeropuerto internacional de Durango, en el norte de México, en medio de una tormenta. 

Hacia las 15H00 locales, el avión de Aeroméxico se accidentó tras despegar del aeropuerto de Durango con destino a la Ciudad de México, en un vuelo que transportaba «88 adultos, 9 menores, dos infantes, dos pilotos y dos sobrecargos», dijo en conferencia de prensa Andrés Conesa, director general de la aerolínea. 

Tras levantar vuelo, la aeronave Embraer 190 «repentinamente fue afectada por una ráfaga de viento que la hizo descender bruscamente y tocar tierra con el ala izquierda, desprendiéndose los dos motores», explicó el gobernador de Durango, José Rosas, en otra conferencia. 

El avión «se proyectó fuera de la pista», arrastrándose unos 300 metros a través de un terreno con maleza, añadió. 

Como la nave quedó en posición horizontal, facilitó «la activación de toboganes y una evacuación oportuna de pasajeros antes de iniciarse el incendio», agregó. 

La nave, de color azul y blanco, yacía entre la hierba en medio de una espesa nube de humo gris, mientras algunas llamas ardían en su techo completamente calcinado. 

Un impresionante operativo de socorro y seguridad fue desplegado en la zona, con cientos de bomberos, paramédicos de la Cruz Roja, efectivos del ejército y agentes de la policía y Protección Civil. 

«No tuvimos ninguna persona que haya perdido la vida», dijo Rosas. 

En total, 97 personas fueron atendidas por lesiones en hospitales públicos y privados, la inmensa mayoría por heridas superficiales. 

Sin embargo hay dos heridos delicados: el piloto, que está siendo operado de la columna, y una niña que presenta quemaduras en 25% de su cuerpo, aseguró el gobernador. 

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– «Tenemos que saltar» -. 

Jaqueline Flores, una de las supervivientes, cuenta temblorosa a la AFP los momentos de angustia que vivió al caer el avión. 

La nave salió puntual a la pista, a las 15H09. Entonces «iniciaron los motores, se sintió la fuerza del avión como para ya despegar, y mientras íbamos en la pista es que se va oscureciendo la visibilidad. Sí despegó, nos elevamos y empezamos a entrar entre las nubes y la tormenta», describe esta ama de casa de 47 años. 

«Cuando íbamos ya arriba, yo sentí que iba a dar la vuelta para estabilizarse y ahí fue cuando se cayó», cuenta. 

Según esta residente en Colombia que viajaba con su hija de 16 años, el avión cayó sobre la pista para luego desplazarse varios metros hasta que pudo detenerse entre la maleza. 

«Durante ese deslizamiento se caen todas las maletas del pasillo (…) la vibración hace que uno se golpee entre la gente de adelante y de atrás», dijo esta mujer que resultó ilesa. 

Una vez que el avión quedó inmóvil, Jaqueline divisó humo y fuego e inmediatamente desajustó su cinturón y el de su hija para escapar. 

«Había un hueco justo al lado de nosotros, que teníamos el lugar 8A y 8B. A la altura del lugar 10 estaba abierto el avión, o sea el avión se partió. Con fuego y todo le digo a mi hija tenemos que saltar por ahí, y por ahí saltamos», relata la mujer que se quedó sin documentos, teléfono ni maletas. 

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– Nave con «todos los estándares» -. 

Estamos «conmovidos por este incidente», dijo el director general de Aeroméxico, al asegurar que el avión accidentado tenía 10 años de antigüedad y cuatro operando para la compañía. 

La nave se encontraba, «al igual que todos nuestros equipos, perfectamente mantenida» y contaba con «todos los estándares de seguridad a nivel internacional», dijo Conesa. 

Aeroméxico es una de las principales aerolíneas en México. En julio de 1981, 32 personas murieron cuando uno de sus vuelos se desplomó al intentar aterrizar con mal tiempo en Chihuahua, un estado fronterizo con Estados Unidos. 

Por su parte, Embraer dijo en un comunicado que enviará un grupo de técnicos a Durango. 

En tanto, el aeropuerto de esa región suspendió durante horas todas sus operaciones y cientos de personas aguardaban por información sobre sus vuelos retrasados. Nadie atendía en las oficinas de Aeroméxico. 

El lugar del accidente ya se encuentra acordonado para que las autoridades analicen la caja negra y las grabadoras de la nave para determinar las causas del siniestro, «una labor de peritaje que puede llevar meses dependiendo de la complejidad», dijo Luis Gerardo Fonseca, director general de Aeronáutica Civil.