Ciudad

Un cartel que refleja la triste realidad: el Roque Sáenz Peña, al tope


CLG dialogó con Matías Vidal, director del nosocomio, quien relató la compleja situación que atraviesa el hospital que anoche colgó un cartel que decía "Guardia colapsada"

Durante la madrugada de este jueves comenzó a circular por las redes sociales una imagen que es un fiel reflejo del crítico presente que atraviesa el sistema sanitario rosarino. Es que fuera del Hospital Roque Sáenz Peña el personal de salud tuvo que colgar un cartel escrito a mano que rezaba: «Guardia colapsada. No hay más lugar!!!». El mismo fue retirado horas después. Mientras tanto, el elevado número de casos diarios en Rosario no disminuye y el panorama es preocupante. En este duro contexto, CLG dialogó con Matías Vidal, director del nosocomio, quien relató la situación que atraviesan.

En primer lugar, el médico se refirió a la cartulina colgada por el personal del hospital: «La puesta del cartel en realidad no fue una orden oficial, no funcionamos de esa manera. Entendemos que fue la reacción en una situación de mucho estrés que se está viviendo, la imposibilidad de contar con espacio para alojar pacientes en el Roque Sáenz Peña y en el resto de la red. El cartel expresaba una situación, con lo que uno no acuerda es con el modo».

«Como red de salud no dejamos a la gente afuera. Todo lo contrario, se atiende y se aloja. A veces no es lo más cómodo y capaz que alguien está esperando en una silla la internación definitiva, pero por lo menos hay una evaluación clínica que garantiza que está cuidado. En ese sentido, fue más una expresión que lo que debe ocurrir. No son las formas», agregó.

Este viernes Rosario cumplirá dos semanas desde que se anunció el retroceso de fase. Sin embargo, lejos de haber una merma en el número de contagios diarios, este miércoles la ciudad batió un nuevo récord de casos con 588 positivos. En ese contexto, el Roque Saénz Peña es uno de los hospitales que ya están saturados, pese a haber ampliado su capacidad: «En un escenario de paro el hospital atiende igual, porque lo que se tiene que garantizar es esa puerta de entrada. Lo cierto es que la situación no cambió, estamos en una ocupación del 100 por ciento. Estamos todo el tiempo a cama caliente con gente que está esperando el resultado de su hisopado para definir si se interna acá o si se deriva a otro efector no covid».

Sin embargo, la saturación no sólo se debe a los contagios de coronavirus, sino que el recrudecimiento de la violencia en la ciudad empeora la situación aún más: «La ciudad está viva como siempre, entonces las consultas también son por motivos no covid: heridos, situaciones violentas y demás», explicó Vidal. Y agregó: «Por ejemplo, el viernes pasado estábamos con las camas completas e ingresaron cuatro heridos de arma de fuego en simultáneo. Entonces, tenés personal que está abocado a casos sospechosos de covid y tiene que atender una emergencia».

Además, el director del nosocomio explicó que están atendiendo a muchos pacientes que podrían ser ingresados en el sector privado: «La mitad de las personas que vienen para un hisopado tienen cobertura social, entonces también nos genera un pool de demandas que antes no existía. Como no pueden resolver en el sector privado, acuden al sector público. Cuando lo tenés que internar no importa si tiene obra social o no, se interna y es una cama menos».

Por otra parte, Vidal marcó una diferencia entre la fase actual y la que se dio en marzo y abril: «Cuando en marzo estaba la cuarentena absoluta había un pool de camas liberadas porque no había otras consultas». Y añadió: «El escenario de hoy es la guardia atendiendo a las emergencias y además dándole lugar al covid. Entonces realmente satura».

En ese sentido, el director del Sánez Peña se refirió al ritmo que tiene actualmente Rosario: «Como opinión personal, la fase en la que estamos no es real en la ejecución, la gente circula con total libertad, el movimiento en la calle es el mismo de siempre y también hay un relajamiento. Hay gente que no utiliza los elementos de protección, o los usa de mala manera, entonces es muy difícil detener los contagios».

«Creo que a esta altura no debería ser una necesidad estar explicando que por favor se utilicen los elementos, la verdad es que no hay como lograrlo. Estamos todos cansados, pero algunos están haciendo un sacrificio muy alto sin ver a sus familias. Por otro lado, la mayoría de los contagios que estamos teniendo son del ámbito de la vida social», concluyó.