La batalla contra el cáncer es una carrera entre la tortuga —nosotros— y la liebre —la enfermedad—. Pero, tal y como nos enseñó la fábula de Esopo, el ganador no siempre está cantado. Así es como lo ve la investigadora Rocío Arroyo, directora de Amadix, una firma biotecnológica que ha inventado un análisis de sangre que detecta, con entre 10 y 15 años de antelación, si una persona sana desarrollará un tumor maligno de colon.
Esta madrileña de 45 años, investigadora en farmacología experimental, colgó la bata blanca para emprender en España la aventura de convertir el conocimiento científico en un modelo de negocio viable, para tratar de materializar el sueño de todo investigador de mejorar el mundo a través de sus probetas y platos de cultivo. Como punto de partida, Arroyo logró convencer a inversores privados de Castilla y León y así nació en 2010 en Valladolid Amadix. Después de mucho trabajo, este año prevén que, al fin, lanzarán al mercado Colofast, el primer test de sangre capaz de detectar un tumor de colon antes de que se desarrolle. “Esperamos comercializarlo este año en el mercado español. Luego apuntaremos a Estados Unidos, Europa y China. De momento, se ha probado en más de 1.000 personas y 20 hospitales europeos, y hay estudios en marcha en Alemania y Polonia”. Someterse anualmente a este sencillo análisis a partir de los 50 años puede garantizar una vital ventaja en la partida por vencer al cáncer.
Colofast es único en el mundo (hay otros productos similares pero no tan sensibles: identifican el tumor una vez ha aparecido) y abre una nueva era de predicción de la enfermedad. Los tumores de colon comienzan como pólipos que dejan una huella en la sangre, proteínas y moléculas de ARN. La cantidad y combinación de estos marcadores genéticos dictan en qué se convertirán. Si nuestra mano de cartas resulta ser la perdedora, es decir, Colofast identifica pólipos precancerosos, quedaría un amplio margen de acción: retirarlos con una colonoscopia y ganar. “El objetivo es alargar la vida en personas sanas con este diagnóstico. Es algo que no se había hecho nunca”. Arroyo y su equipo ya trabajan en otros test capaces de anticipar tumores de pulmón y páncreas. Estiman que podrían ser una realidad en unos dos años.
A pesar de ser una pequeña start-up con tan solo un puñado de empleados, Amadix está excepcionalmente bien situada para competir en diagnóstico preventivo oncológico, un mercado ansiado por los gigantes farmacéuticos. “No es fácil. El nexo que nos une a todos es mejorar la vida de las personas. Hay que buscar financiación de forma permanente, ya que aún no estamos vendiendo, echarle horas, tener a un equipo motivado. Hemos estado a punto de cerrar varias veces”.
La medicina preventiva representará una revolución en el diagnóstico. Los datos asociados a una persona —costumbres, alimentación, etcétera— unidos a algoritmos de inteligencia artificial y la genómica del paciente construirán un prisma para otear las enfermedades que vendrán. Arroyo señala que el Instituto Tecnológico de Massachusetts ya ha desarrollado un algoritmo que aprende a cazar las lesiones de mama interpretadas erróneamente como malignas y que, por tanto, evita cirugías innecesarias. “Todas las compañías estamos en la misma carrera: encontrar un análisis único que permita detectar cualquier tipo de tumor que vaya a manifestarse en el futuro”.
Fuente: Diario El País