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Turquía anuncia que no cederá más terreno a Siria en la convulsa Idleb


El lunes murieron varios soldados de ambas partes en combates de las dos fuerzas

El lunes murieron varios soldados de ambas partes en combates de las dos fuerzas

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo que no permitirá que el Ejército de Siria gane más terreno en la norteña región siria de Idleb, un día después de la muerte de varios soldados de ambas partes en combates entre fuerzas de los dos países.

Los comentarios de Erdogan coincidieron con la llegada de tropas sirias al acceso Oeste del bastión rebelde de Saraqeb, en Idleb, y con un anuncio de la ONU de que más de medio millón de personas abandonaron sus hogares desde el 1º de diciembre por la ofensiva.

«En este momento, Siria está tratando de ganar territorio forzando a gente pobre e inocente a desplazarse hacia nuestra frontera», dijo Erdogan a un grupo de periodistas, según informó el canal privado turco NTV. «No le daremos oportunidad a Siria de ganar territorio» adicional en Idleb, agregó.

El Ejército sirio ha estado progresando desde el mes pasado en el que es el último gran bastión rebelde en el país, la región de Idleb, que abarca la provincia del mismo nombre y partes de las vecinas Alepo y Hama. Fuerzas turcas están estacionadas en zonas de la región bajo control rebelde para supervisar un alto el fuego acordado el año pasado pero que desde entonces ha colapsado.

Este martes, fuerzas sirias que avanzaban hacia el norte cubiertas por ataques aéreos alcanzaron zonas que estaban bajo control total de los insurgentes desde hacía ocho años, casi desde el inicio de la revuelta que degeneró en la brutal guerra que asuela a Siria. Los bombardeos desde aviones y los ataques de artillería obligaron a más personas a huir hacia lugares con mayor seguridad cerca de la frontera con Turquía, que limita con Siria por el norte.

«Desde el 1º de diciembre, en solo dos meses, más de 520.000 personas han sido desplazadas de sus hogares, en su vasta mayoría mujeres y niños», dijo Jens Laerke, vocero de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU. «No hay lugares seguros en Idleb. Las bombas caen por todos lados. Ni siquiera están seguros los que abandonan las líneas del frente, y hay un auténtico mar de personas desplazándose en todas direcciones», agregó, citado por la cadena BBC.

Laerke agregó que en los diez días posteriores al 20 de enero, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU constató incidentes en los que al menos 83 civiles, incluyendo 20 mujeres y 33 niños, fueron muertos y decenas más de civiles heridos por ataques. La ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos, afín a la oposición siria, dijo que en las últimas semanas, el Ejército sirio capturó más de 60 localidades y poblados en su intento por reabrir una ruta que va desde la capital, Damasco, a la norteña ciudad de Alepo.

Los rebeldes mantienen cerrada la ruta en Idleb desde 2012, y Saraqeb es la última gran ciudad bajo control insurgente en el camino a Alepo, la ciudad más grande de Siria. El lunes, Turquía lanzó ataques de artillería contra posiciones militares siria en Idleb en respuesta a bombardeos sirios que mataron a siete soldados y un civil turcos. El Observatorio dijo que 13 soldados sirios murieron en los combates.

El enfrentamiento en Idleb aumentó las tensiones entre los países vecinos y amenaza con introducir una cuña entre Rusia y Turquía, que han tratado de coordinar sus acciones en Siria. Ankara apoya a los rebeldes alzados en armas contra el presidente sirio, Bashar Al Assad, desde marzo de 2011. Con la ayuda militar de Rusia, el gobierno de Al Assad ha ido recuperando terreno si pausa y acaricia ya su victoria total ten el décimo año de la guerra.

También este martes, el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, dijo que su país y Rusia intentaban mantener vivos los esfuerzos de paz en Siria y los acuerdos alcanzados el año pasado en Astana, Kazajistán, y Sochi, en Rusia, entre ambos países e Irán. Irán también apoya al gobierno sirio.

El ministro reiteró un pedido a Moscú para que «controle» a las fuerzas sirias e insistió en que Turquía está determinada a tomar represalias contra cualquier ataque del Ejército sirio contra sus tropas. «Los procesos de paz de Astana y Sochi no han sido destruidos por completo, pero ya han empezado a sufrir y a perder importancia», dijo Cavusoglu a periodistas en Ankara.