El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó hoy un decreto para poner fin a la separación de niños de sus familias luego de que son detenidos cruzando de manera ilegal la frontera con México, una práctica que generó críticas en el país y el mundo.
La decisión constituye un fuerte giro para un presidente y un gobierno que insistían, erróneamente, que no había otra opción que separar a las familias de indocumentados aprehendidas en la frontera en cumplimiento de la ley y de un fallo judicial.
Trump, su secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, y otros funcionarios habían dicho que la única forma de frenar la práctica era una ley inmigratoria integral del Congreso que incluyera la construcción de un muro en la frontera con México.
Sin embargo, tanto la oposición demócrata como los republicanos, sostenían que el presidente podía terminar él mismo con esa situación, que forma parte de una política de «tolerancia cero» contra la inmigración ilegal lanzada el mes pasado.
En virtud de esta política, todo adulto indocumentado detenido es procesado y separado de sus hijos, que son enviados a campamentos u otras instalaciones a lo largo de la frontera donde no tienen ningún contacto con sus seres queridos.
Luego de que circularan imágenes de niños detenidos en estructuras similares a jaulas y grabaciones de chicos llorando, el propio Partido Republicano de Trump, enfrentado a la conmoción general y temerosos de un impacto negativo en las elecciones legislativas de este año comenzó a rebelarse, obligando al presidente a recular.
«Vamos a mantener juntas a las familias. No me gustó ver a familias separadas, ni lo se que se siente por ello. Esto resolverá el problema», dijo el mandatario al firmar el decreto en la Casa Blanca, informó la cadena CNN.
Con Nielsen y el vicepresidente Mike Pence a sus espaldas, Trump, sin embargo, aseguró que el decreto no implica el fin de su política de línea dura con la inmigración ilegal, a la que describió como una fuente del crimen y el narcotráfico.
«Vamos a tener fronteras fuertes, muy fuertes», aseguró, y explicó que el decreto busca mantener a las familias juntas mientras están detenidas y agilizar el tratamiento de sus casos, y que pide al Departamento de Defensa que ayude a albergar a las familias.