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Tras la muerte del mapuche, Piñera nombró al nuevo jefe de Carabineros


El gobierno de Chile dio este viernes por terminado el proceso de recambio de autoridades en la cúpula de Carabineros, al designar al general Mario Rozas Córdova como nuevo titular del cuerpo, en reemplazo de Hermes Soto, que demoraba su renuncia pese a la crisis institucional derivada del asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca, durante un operativo de represión el pasado 14 de noviembre.

Temprano, el presidente Sebastián Piñera había presentado ante el Congreso, durante una sesión especial, un decreto para la remoción de Soto, que debía ser visado por la Contraloría antes de que se oficializara la destitución.

El ahora ex general director de Carabineros explicó a los medios de prensa que decidió no renunciar pese a la solicitud expresa y pública de Piñera, debido a la valoración que tiene de su trabajo en la institución.

También afirmó que se estaba desarrollando «un trabajo importante» y que «se lograron grandes metas» durante el periodo en el que estuvo al mando de la policía uniformada.

Soto quedó envuelto en una cadena de mentiras y omisiones vinculadas a la investigación del asesinato de Catrillanca en La Araucanía.

La verdad se supo cuando aparecieron videos en los que se confirmó que no hubo fuego cruzado, sino que los operativos del Grupo de Operaciones Policiales Especiales (Gope) dispararon en repetidas ocasiones contra Catrillanca cuando el comunero mapuche estaba desarmado.

Inicialmente, Soto negó la existencia de imágenes del operativo, después sostuvo que se habían tomado filmaciones que luego se perdieron por problemas técnicos y finalmente se declaró «sorprendido» por la difusión de las crudas escenas del operativo que circularon por las redes sociales.

El ministro del Interior, Andrés Chadwick, fue el representante de La Moneda en la sesión parlamentaria, ocasión en la que ratificó «la necesidad de cambios y reformas profundas» en los altos mandos de Carabineros.

«El presidente ha llegado a la conclusión que se requiere un nuevo liderazgo para conducir los cambios que se deben implementar para enfrentar adecuadamente los desafíos de Carabineros», remarcó.

Horas después, la Presidencia difundió un comunicado en el que Piñera agradecía “el esfuerzo, el trabajo y la dedicación” de Soto, pero anticipaba que mañana se publicaría el decreto que terminaba su tarea al frente del cuerpo.

Para esa plaza, además, designó a Rozas Córdova, hasta acá director de Bienestar en la institución. El nuevo jefe es egresado de la Escuela de Carabineros en 1987, “y ha tenido experiencia operativa y territorial en distintas destinaciones a lo largo y ancho del país”, reseña el texto.

Como es hijo de un suboficial mayor y está casado con la teniente coronel Carola Ajenjo, Rozas Córdova “sin duda, tiene no solamente una historia familiar, sino también un compromiso personal con Carabineros de Chile”, remarcó el mandatario.

Juzgó que por eso “esa experiencia familiar y ese compromiso personal lo ayudará a guiar a Carabineros de Chile por el camino de la modernización y por el camino de las grandes reformas” que la institución “necesita, para poder enfrentar los problemas que hoy lo aquejan, pero sobre todo, para poder enfrentar los desafíos que tendrá en el futuro”.

El decreto de Piñera para destituir a Soto fue el primero de su tipo en la historia de Chile y recuerda al escándalo que envolvió a la institución en 1994, cuando el entonces director, Rodolfo Stange, quedó involucrado en la investigación del asesinato de tres profesionales comunistas en plena dictadura (en el 1985) y el uniformado rechazó dejar el cargo ante una petición del entonces presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

No había contemplado entonces un mecanismo de remoción, por lo que la autoridad terminaría dimitiendo recién 18 meses después de la solicitud original. Junto a Soto se van de la alta jefatura de Carabineros otros diez generales de la institución.