Desde la Facultad de Psicología de la UBA realizaron un estudio en el Amba sobre cómo está afectando a la población la extendida cuarentena por la pandemia. Se destacan la "incertidumbre" por el futuro y las preocupaciones económicas
El Observatorio de Psicología Social Aplicada de la UBA realizó un estudio al cumplirse cien días de confinamiento por la pandemia de coronavirus. Con tres ejes clave, encuestó a 2.758 personas mayores de 18 años, que residen en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba). Los resultados del informe titulado “100 días de cuarentena: salud mental, economía y gestión política” fueron preocupantes en relación a las graves consecuencias psicológicas que está teniendo el encierro en la gente. “La incertidumbre” en todos los aspectos de la vida fue lo que más resaltaron los especialistas. Al mismo tiempo, resaltaron que la imagen tanto del gobierno nacional como del porteño y el bonaerense cayeron respecto a mediciones previas.
“Después de 100 días de confinamiento, el humor social es otro y el agotamiento emocional-cognitivo es profundo. Los residentes en Amba parecen no estar preparados para ‘recibir la misma medicina’ que le propusieron el 19 de marzo. Podría hipotetizarse que lo están viviendo como un ‘deja vu’ frustrante y escasamente tolerable”, indica el informe de la UBA en una de sus conclusiones, haciendo alusión a las últimas medidas del gobierno ante el pico de casos de Covid-19.
Del estudio, se desprende que todo el abanico de sentimientos y emociones negativas asociadas al malestar psicológico han crecido respecto de la medición al día 70 del confinamiento. “La incertidumbre constituye el núcleo cognitivo-emocional sobre el que se anclan y desarrollan el conjunto de las emociones negativas”, detalla el mismo.
Esa incertidumbre se destaca no sólo en lo económico, sino también en las relaciones interpersonales y familiares. Además, en el marco del encierro, la sobredosis de información a la que las personas acceden a través de la televisión sobre el mundo que espera afuera una vez que se pueda salir, no contribuye a mejorar el estado mental.
Según las encuestas, las cinco emociones-cogniciones negativas de mayor intensidad fueron: incertidumbre, preocupación, ansiedad, angustia y tristeza.
Estas emociones negativas se incrementan en las clases sociales más vulnerables y también en los más jóvenes. “La percepción de bienestar general también arrojó resultados preocupantes: el 65% de la gente señala “estar algo peor” (40%) o “mucho peor” (25%) que antes de la crisis Covid-19. Y el 39% manifiesta que su vida cambió negativamente y ve con desesperanza su futuro”, indican los expertos.
Asimismo, la población del Amba no tiene buenas expectativas sobre el fin de la pandemia y el aislamiento, ya que un importante porcentaje de la población (42%) estima que la pandemia durará todo el 2020 y parte del 2021. A su vez, un 45% cree que la pandemia irá empeorando gradualmente y un 8% estima que devendrá rápidamente en una situación incontrolable.
Respecto al temor al contagio, una gran mayoría (73%) señala que está entre “muy asustada” (27%) y “un poco asustada” (46%) por la posibilidad de contraer el Covid-19.
Cabe destacar, que un 30% de los encuestados señaló como la primera de sus preocupaciones la “salud mental”. Los desarrolladores del estudio, pertenecientes a la Facultad de Psicología de la UBA, consideraron “paradójico que en este contexto de malestar psicológico generalizado, los profesionales de salud mental no se encuentren dentro de la lista de profesiones consideradas esenciales”.
En este sentido, añadieron que “desde la perspectiva de la salud mental, la cuestión clave que debería abordarse es el diseño e implementación de un programa de salud mental integral con el objetivo de contener y mitigar el malestar psicológico que están experimentando la mayoría de los argentinos. Es indudable que el tiempo juega en contra, y que cuanto más se extienda la estrategia de una cuarentena estricta como única medicina contra el Covid-19, más graves serán las consecuencias sobre la salud mental, acrecentándose el riesgo de que los indicadores de malestar psicológicos deriven en crónicos y luego sea mucho más compleja y difícil la reversión de la situación”.
Lo positivo
Transcurridos más de 100 días de cuarentena, las personas relevadas fueron consultadas sobre los aprendizajes o experiencias positivas que deja esta situación mundial excepcional. Muchos afirmaron que la pandemia no les deja “nada/ninguna”, mientras que otros tantos aludieron a la “unidad/unión”. Otras palabras que surgieron fueron: “paciencia, amor, valorar, familia y solidaridad”.
Asimismo, se distinguió otro eje conceptual referido a la oportunidad que da el confinamiento para la reflexión, el autoconocimiento y la revalorización de lo bueno que cada uno tiene en su vida.
Ranking general
El ranking general de preocupaciones frente a la pandemia y el confinamiento presenta una distribución muy pareja entre las preocupaciones por la salud física, por la salud mental y por la economía.
Los más jóvenes son los que presentan menor preocupación por la salud física y más alta preocupación por la economía. En el segmento de adultos mayores se presenta lo contrario: mayor preocupación por la salud física y menor por la economía.
Por clase social, se observa que en los estratos más vulnerables prima la preocupación por lo económico con baja preocupación por la salud física. Mientras que en los estratos más altos sucede lo contrario.
Economía
A medida que se desciende en los niveles socieconómicos, mayor es el nivel de preocupación sobre las consecuencias que la pandemia dejará en las tres dimensiones (salud física, mental y la economía). Al igual que en las mediciones anteriores, los trabajadores informales (oficios varios y changas) y los que cobran la AUH son los que manifiestan mayor vulnerabilidad. Un alto porcentaje de estos segmentos estima que su economía sólo podrá sostenerse, sin derrumbarse, entre 1 o 2 meses.
Por su parte, los trabajadores en relación de dependencia y los profesionales son los que presentan un mejor perfil de estrés de recursos económicos. El 42% de los trabajadores en relación de dependencia y 33% de los profesionales, señalan que podrán afrontar la crisis económica por un período más largo (+ 4 meses) sin entrar en colapso económico.
El impacto negativo de la crisis también se observa en la creencia que tiene el 71% de las personas respecto a que sus ingresos se reducirán entre algo, mucho o directamente no tendrán ingresos.
Un dato que resulta alarmante y decepcionante es que “las expectativas de recuperación económica parecen anclarse más positivamente en la salida individual que en la colectiva”.
Gestión de la pandemia: lo sanitario y lo económico
A la hora de calificar la gestión de la pandemia de los distintos gobiernos, salta a la luz un gran agotamiento en relación al confinamiento. La cuestión ronda entre el equilibrio entre lo sanitario y lo económico. Los resultados muestran una marcada brecha entre ambas consideraciones.
Un 75% considera que la mejor estrategia es lograr un equilibrio entre lo sanitario y lo económico, al tiempo que un 83% percibe que el gobierno ha priorizado lo sanitario por sobre lo económico. Es muy probable que esta amplia brecha sea generadora de pérdida de confianza en las medidas que toma el gobierno en materia de gestión de la crisis.
En línea consistente con estos datos e inferencias, se resalta que un 63% considera que no fue la mejor estrategia haber diseñado el modelo de cuarentena apoyado sólo por el consejo de infectólogos y sanitaristas. Consideran que hubiese sido mejor formar un equipo interdisciplinario, integrado por economistas, médicos de otras especialidades, psicólogos y psiquiatras, entre otros. Y el 42% de la gente considera que desde el Gobierno Nacional no se están realizando las acciones necesarias para afrontar la pandemia. La imagen del presidente Alberto Fernández, si bien está aprobada por un 51%, ha caído en relación a mediciones previas.
Lo mismo ocurre con las evaluaciones de gestión del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y del gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, quienes han perdido 13 y 27 puntos porcentuales, respectivamente.
El establecimiento de la nueva cuarentena en Amba, con mayores restricciones para circulación de las personas y cierre de actividades que se habían abierto, tiene una evaluación negativa de 5 de cada 10 personas.