La parroquia de zona sur reciben donaciones todos los días de 14 a 18 en su sede de Paraguay al 3011
Por Gonzalo Santamaría
La Parroquia María Madre de Dios, ubicada en el corazón de barrio La Lata en la zona sur de Rosario, mantiene su esencia social y reforzó su idea de ayuda en estos momentos donde el coronavirus tiene en vilo a la población mundial. En este sentido, desde que comenzó la pandemia en Argentina, asiste a los vecinos de la zona con más de 300 raciones de comida todos los días y no conformes con esto, decidieron ir por más: con la llegada del mes de agosto las miradas apuntan a los niños y desde la iglesia iniciaron una campaña de donación de juguetes para los chicos del barrio.
Todos los días de 14 a 18 reciben juguetes en la iglesia de Paraguay 3011, con la única condición es que estén en buen estado. “No importa si son viejos, sólo que estén enteros”, retrató Soledad Vallejos secretaria general de María Madre ante CLG. También cabe la posibilidad de retirarlos a domicilio en casos especiales, para ello los interesados deben comunicarse al 341-153540806.
Los juguetes irán directo a los más pequeños de La Lata, que año tras año disfrutan de castillos inflables, payasos y merienda en conjunto para celebrar. Un festejo boicoteado este año por la Covid-19. “La idea es alcanzar a más de 350 chicos”, concretó Vallejos y se lamentó al explicar que la celebración este 2020 será con una merienda que retirarán junto con el juguete y volverán “a casa” por la pandemia.
El trabajo social de María Madre en el barrio de zona sur no es nuevo. A la ayuda constante a los vecinos debido a colectas de alimentos y ropa, entre otras cosas, el siguiente paso fue fundar el club homónimo a la parroquia en 2017, algo que logró y tuvo su punto más alto, dentro de su corta historia, en 2019 cuando recibió el premio de la Fundación River Plate.
Durante la pandemia no renegaron ante el cierre de la iglesia y comenzaron con una entrega diaria de raciones de alimentos a las seis de la tarde, donde 300 familias se acercan con su tupper y se llevan la comida realizada con las donaciones que salen del propio templo, la comunidad y los vecinos. En este marco, es constante el pedido de puré o salsa de tomate, lentejas, polenta, galletitas, leche, carne picada o pollo, así como también de indumentaria y abrigo: “Vaciamos la parroquia hace 15 días de tanta ropa que entregamos”, contó Soledad a CLG.