Por séptimo año consecutivo, la familia de Debo Gianángelo realizó una colecta de juguetes para regalarle una sonrisa a los niños hospitalizados. CLG dialogó con Adrián Gianángelo sobre la iniciativa
Por séptimo año consecutivo, la familia de Debo Gianángelo realizó una colecta de juguetes para regalarle una sonrisa a los niños hospitalizados. CLG dialogó con Adrián Gianángelo sobre la iniciativa
Por: Andrea Astiasuain
“El amor como una forma vida”, así describe sus días Adrián Gianángelo, hermano mayor de Débora, una de las veintidós víctimas de la explosión del edificio de calle Salta 2141. Después de haber sufrido la mayor tragedia de la ciudad, la familia Gianángelo canalizó el dolor ayudando a quienes más lo necesitan.
Como hace siete años y bajo el lema «La sonrisa de un niño es el mejor regalo de amor», la familia de Débora Gianángelo organizó una colecta de juguetes que serán repartidos por los Reyes Magos Melchor, Gaspar y Baltasar en los hospitales Provincial, Vilela, Centenario y la Maternidad Martin.
La iniciativa es acompañada por la comunidad de Arteaga, donde es oriunda la familia. Según cuenta Adrián, la localidad santafesina tiene fuertemente arraigada las tradiciones navideñas, ya sea Papá Noel o los Reyes Magos. “Después de la tragedia de la calle Salta, donde yo sobrevivo y mi hermanita de 19 años fallece, quisimos traer a los Reyes Magos en modo de agradecimiento por todo el amor y la solidaridad que habíamos recibido de la ciudad de Rosario y de las localidades aledañas”, indicó Adrián Gianángelo a CLG.
Primero, los Reyes reparten los juguetes en Arteaga y durante la madrugada viajan hasta Rosario, donde llegan en la autobomba de los Bomberos. “Los camellos se cansan sino”, cuenta Adrián, que todos los seis de enero deja todo para convertirse en Gaspar, el Rey Mago Rojo.
“Después de todo lo que pasó, es muy difícil salir. La pérdida de un ser querido es algo muy doloroso, te lleva a un abismo muy profundo y de la única forma es de salir es con el amor y con la ayuda de los demás. Aferrarse al amor con una forma vida, esto es lo que intentamos hacer la familia Gianángelo durante estos siete años”, expresó Adrián.
Los Reyes Magos junto a los pastores, ángeles y la Virgen María recorren toda la ciudad repartiendo juguetes, golosinas y entregándole la merienda a los niños para poder darle una alegría a los chicos.
“La sonrisa de un niño es el mejor regalo de amor es la consigna de este año. Más de 60 personas colaboran es toda una organización solidaria muy linda, yo estoy agradecida con la gente que colabora con nosotros. Yo tuve cáncer de los 7 a los 29 y me curé en el Hospital Vilela, se lo que siente un chico internado, en una cama. Es un acto de amor muy grande para los chicos, esto es todo para los chicos”, agregó Gianángelo.
La semana previa a la entrega, Adrián recorre toda la ciudad con el auto recolectando y envolviendo juguetes. “Para mí, tiene un efecto benéfico para el corazón, para la mente y el espíritu. Eso es lo que nos impulsa a nosotros a salir adelante”, manifestó.
“En la colecta vivís cosas muy lindas porque tenés el contacto con la gente, con aquel niño que te entrega ese juguete, imagínate lo que es para ese niño, pero también tenés a las madres que se transforman en niñas, que salen corriendo a su casa y te traen una muñeca que le regaló su abuela, que tiene 50 años”, añadió.
El día de la entrega, los niños esperan a los Reyes con una sonrisa de oreja a oreja, con cartas escritas solo para ellos. “Nosotros salimos siempre con la bolsa vacía de juguetes, pero llenos de amor. Vamos a lugares que necesitan de amor, que necesitan curarse, pero también se viven experiencias dolorosas. Por eso, entramos a todas las salas de hospitales, sea chico o grande, le damos juguetes”.
Adrián recalcó que mucha gente se refleja en ellos “por la pérdida de un ser querido”. “Hay gente que está pasando lo mismo que yo y eso es la empatía por el otro. Esa persona se siente útil por una donación, regalando un peluche, y nosotros somos el nexo”, indicó.
“Poder transformar el dolor en amor es la única forma de salir. Hay que ser luz para los demás, es la única forma de salir de la oscuridad que te mete en este pozo tan hondo como la pérdida de un ser querido, en este caso cuando estos asesinos mataron a mi hermana”.
Finalmente, Gianángelo resaltó que eso espera dejar cuando ya no esté. “No dejas nada cuando te vas, estamos transitoriamente, lo único que podés dejar es la cuota de amor y que te recuerden así, como una buena persona y solidaria. Eso es lo único que yo quiero, que mi hija y los que me conocen me recuerden así”, concluyó.