Con más 35 millones de unidades vendidas a lo largo de 45 años de historia, el Volkswagen Golf llegó a su octava generación. El compacto alemán agrega tecnología, renueva su mecánica y recibe retoques estéticos leves.
A nivel diseño no tiene modificaciones radicales, aunque sí algunos cambios en relación a su antecesor. La parte frontal cuenta con nuevos faros, como así también con una renovada parrilla que integra el flamante logo de Volkswagen.
El nuevo Volkswagen Golf utiliza la plataforma MQB, la cual recibió algunos ajustes para incorporar más variedad de motorización. Tal es así que se ofrecen versiones nafteras, diésel, híbridas y hasta de gas natural.
Cinco son las opciones con sistema híbrido: tres de estas variantes llevan hacen uso de una hibridación suave con potencias de 110, 130 y 150 caballos. Las dos restantes son híbridos enchufables de 204 y 245 CV, en el Golf GTE. Utilizando el modo eléctrico la autonomía es de 60 kilómetros.
Los motores nafteros de cuatro cilindros desarrollan 90 y 110 CV, mientras que las versiones diésel son de 115 y 150 caballos de potencia. No existen variantes 100% eléctricas porque se reservan para la familia I.D.
Por su parte, el habitáculo es completamente digital con pantallas amplias para el cuadro de instrumentos y el sistema multimedia.
De las novedades de conectividad se destaca el sistema Car2X. Esta tecnología conecta al Golf con su entorno, permitiéndole intercambiar información relevante con otros vehículos e infraestructuras de tránsito en un radio de 800 metros.
Luego de varios anticipos la octava generación se convierte en realidad. Desde la marca aseguran que es el comienzo de una nueva era. Quieren mantener al modelo como referente entre los compactos. A partir de 2020 iniciará el nuevo recorrido de ventas.
Fuente: FiloNews