Ciudad
Informes CLG
Más noticias

#InformeCLG

«Tijeras Solidarias»: cortan el pelo gratis en barrios carenciados


Por Diego Carballido

Un grupo de más de cien profesionales del cabello se convocan el último domingo de cada mes y realizan cortes de pelo gratuitos en los lugares más necesitados de la ciudad. La iniciativa lleva por nombre “Tijeras Solidarias” y es una acción que nació en España hace un tiempo atrás y actualmente tiene su réplica en diez provincias de nuestro país.

«Nos juntamos una vez al mes y, si el clima nos lo permite, vamos a un lugar seleccionado con el que ya hicimos un contacto previo y realizamos durante dos horas cortes de pelo gratuitos a todos aquellos que lo necesitan” explicó Enzo Sagasti, uno de los estilistas que forma parte casi desde el comienzo de “Tijeras Solidarias Rosario”, en diálogo con CLG.

«El núcleo de nuestro grupo se formó hace dos años a partir de una acción solidaria realizada en el Centro Comunitario San Cayetano. En esa oportunidad, Franco Sguassero fue el encargado de reunir a los primeros miembros del equipo para replicar la acción de un grupo de peluqueros cordobeses”, contó Enzo, y agregó: «Lo interesante es que el domingo elegido todos los grupos de Tijeras Solidarias del país trabajan al mismo tiempo”.

Los lugares elegidos por el grupo a lo largo de estos dos años fueron comedores infantiles, vecinales o merenderos y aquellos «lugares donde, en general, existen muchas carencias económicas», describió Enzo. Ya tienen asignada la acción solidaria correspondiente al mes de noviembre, que será en Capitán Bermúdez, en el comedor comunitario denominado «Vida abundante en Jesús».

«Es una gran experiencia porque el barrio siempre nos recibe muy bien. Logramos pasar un gran momento entre todos», contó con satisfacción Enzo, aunque son conscientes de que su obra muchas veces no basta: «Siempre pienso que, independientemente de que nos gusta mucho ayudar, en realidad no deberíamos existir. Muchas veces, sentimos que ocupamos un lugar donde, tal vez, debería estar el Estado».

Sin embargo, desde “Tijeras Solidarias” son conscientes que su trabajo no se limita a un corte de pelo, sino a un gesto simbólico de entrega hacia aquel que lo necesita y que muchas veces no puede acceder a un servicio de peluquería. «Ese chiquito al que le estamos cortando el pelo, en ocasiones, es el mismo al que la gente se lo saca de encima de mala manera o ni les presta atención y es lógico que crezca con la sensación de que la sociedad los desprecia. Por eso, así como muchas veces nosotros nos traemos una impresión distintas de las zonas más carenciadas de la ciudad, seguramente los chicos también pierden algunos de sus prejuicios respecto del resto de la sociedad», reflexionó Enzo, y agregó: «Ese desprecio que generamos como sociedad es el origen del resentimiento y la violencia con la crecen muchos de los chicos en los barrios».

Unidos y organizados

La lista de personas que colaboran con esta acción solidaria cuenta con más de un centenar de profesionales, pero existe un núcleo organizador que es el encargado de convocar y diagramar las actividades a lo largo del año. «Logramos armar una mesa coordinadora dirigida por Franco, que fue uno de los precursores, acompañado por un grupo donde estamos ocho colegas más”, explicó Enzo. A partir de allí, surgen las convocatorias a los diferentes profesionales de la ciudad, e inclusive de localidades vecinas, que forman parte de las acciones solidarias.

Además de cortar el pelo, los locales que están adheridos al espacio “Tijeras Solidarias” están identificados por un sticker con un logo y son también receptores de donaciones que luego son distribuidas en las distintas visitas de este grupo. «Todos los lugares donde hemos ido son humildes, pero en algunos las necesidades son más marcadas».

Respecto al presente que vive el sector de los profesionales en el cuidado del cabello, Sagasti remarcó que “está como el resto de las actividades viviendo una crisis debido a que no es un elemento de primera necesidad, y hasta se podría pensar como un lujo. Por lo tanto, a la hora de tener que dejar un gasto de lado se empieza por la peluquería». Para poder afrontar esta realidad del sector, diferentes profesionales decidieron agruparse en una cámara de comercio denominada Catispar -Cámara de Titulares de Salones de Peluquería y Afines de Rosario- “con la intención de tratar, entre todos, fortalecernos y afrontar en conjunto los avatares de la realidad» concluyó Sagasti.