Nuevamente Tigre sufrió en carne propia su habitual falencia de no saber cerrar los partidos al igualar como local en dos goles con San Martín de San Juan al cabo de un entretenido encuentro disputado hoy en el estadio «José Dellagiovanna», en el marco de la tercera jornada de la Superliga.
Juan Cavallaro inauguró el marcador para el dueño de casa, a los 23 minutos del primer tiempo, en tanto que Martín Bravo niveló las acciones para el «Santo», a los 33 del mismo período.
Ya en el complemento, Diego Morales volvió a colocar en ventaja al «Matador», a los 3 minutos, mientras que Diego Cardozo niveló definitivamente el score para la visita, a los 35.
Desde el vamos Tigre buscó afanosamente los tres puntos que lo acercaran al también comprometido cuadro cuyano. Tras una primera porción de la etapa inicial donde reinó la intrascendencia, el gol de apertura logrado por Cavallaro a través de un remate bien direccionado desde fuera del área que se burló de la volada de Ardente para colarse en su ángulo superior izquierdo, cambió completamente la ecuación.
Esa conquista reactivó los sentidos de los protagonistas, advirtiéndose a partir de ese momento un desarrollo mucho más vertiginoso y vertical.
En medio de un mejor andar de Tigre, una salida en falso del debutante Batalla provocó el empate visitante luego que este intentara cortar un centro de Goitía desde la derecha con una mano provocando que la pérdida del balón del arquero sea usufructuada por Solís, quien envió un centro al medio para que Bravo concrete sin la oposición del guardavallas tigrense, que erróneamente abandonó su arco para enmendar su yerro inicial.
Tras dicho infortunio el local sintió el impacto y atravesó algunos momentos de zozobra que logró dejar en el olvido al inicio de la etapa final, luego de una hermosa maniobra construida entre Prediger, Cavallaro y Diego Morales, definida por «Cachete» casi debajo del arco.
Equivocadamente, el técnico Ledesma ordenó un repliegue de su equipo ante el flamante cambio coyuntural, circunstancia aprovechada por la formación cuyana que avisó primero a los 27 minutos con un remate de Solís que Moiraghi despejó providencialmente sobre la línea pero que no se equivocó a los 35, luego que el recién ingresado Cardozo sacara provecho de un despeje al costado del resistido Batalla, responsable directo del renacimiento futbolístico sanjuanino al no brindar seguridad en casi ninguna de sus intervenciones.
Sumido en la impotencia y a sabiendas que el reparto de puntos no lo beneficiaba en lo más mínimo por el raquítico promedio que arrastra, el anfitrión intentó en los últimos minutos llegar otra vez al desnivel.
Sin embargo, el temor a una réplica del conjunto de Coyette lo inhibió al local de ir masivamente al ataque, al tomar consciencia de la peligrosidad de su adversario, que en proporción llegó menos pero que se mostró lo suficientemente contundente como para que Tigre no se extralimite en su postrera búsqueda del triunfo.