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Theresa May recorre Europa buscando salvar su acuerdo por el Brexit


Antes del 21 de enero   El Parlamento británico emprende el receso de fin de año el 20 de diciembre y reanudará sus sesiones el 7 de enero. El martes, el gobierno prometió someter el acuerdo a votación antes del 21 de enero. Tras el referéndum de junio de 2016 en que el 52% de los británicos votó a favor del Brexit, Reino Unido debe salir del bloque el próximo 29 de marzo y si no logra ratificar un texto negociado con Bruselas debería hacerlo sin acuerdo, lo que tendría catastróficas consecuencias para la economía británica. O anular simplemente el Brexit, lo que en un país muy dividido hace soñar a algunos mientras levanta ampollas en el campo contrario. El acuerdo sellado por May con sus 27 pares europeos, un mamotreto de 585 páginas fruto de 17 meses de difíciles negociaciones, choca con un amplio rechazo en el parlamento británico. El punto más conflictivo del acuerdo negociado por May es el denominado «backstop», o «red de seguridad», un mecanismo ideado para evitar la reinstauración de una frontera dura en la isla de Irlanda que amenace el Acuerdo de Paz de 1998, que puso fin a 30 años de sangriento conflicto. Este sólo entraría en vigor tras el periodo de transición, previsto inicialmente hasta finales de 2020 pero ampliable hasta 2022, y si no se encuentra una solución mejor durante la negociación de la futura relación entre ambas partes tras el Brexit. Pese a todo, los defensores de una salida clara de la UE temen que Reino Unido quede permanentemente atrapado en las redes europeas y presionaron a May para que se lanzase en una improbable renegociación.  

«Nunca dejaremos sola a Irlanda»

  En respuesta, la primera ministra afirmó el lunes que transmitiría las «preocupaciones» de los diputados británicos a los líderes europeos y «haría todo lo humanamente posible para obtener más garantías» de que el «backstop» no será permanente o incluso nunca deberá aplicarse. «Es muy importante que estas sean garantías adicionales jurídicamente vinculantes», subrayó el martes el secretario de Estado británico para el Brexit, Martin Callanan, a su llegada a una reunión de ministros de Asuntos Europeos en Bruselas. Juncker ya ha expresado la determinación de la UE a hacer todo lo posible para no llegar a una situación en que deba aplicarse el «backstop», pero defendió que este no se puede simplemente suprimir, principalmente por el interés de la República de Irlanda, miembro del bloque. «Nunca dejaremos sola a Irlanda», afirmó. El ministro irlandés de Relaciones Exteriores, Simon Coveney, aseguró a la radiotelevisión pública de su país RTE que el gobierno de Dublín descarta cambiar el Acuerdo de Retirada. Aunque precisó que podría haber «una declaración política del Consejo Europeo». En este contexto, Tusk decidió convocar para el jueves una cumbre extraordinaria sobre la salida británica de la UE, al inicio de una consejo de europeos de dos días, prevista desde hace meses y en cuya agenda figuran otros temas de gran calado como la inmigración o el presupuesto.]]>