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Brexit: May busca sofocar rebelión de los tories contra su estrategia


La primera ministra británica, Theresa May, intentaba este lunes sofocar la rebelión dentro de su partido conservador contra su estrategia para el Brexit, asegurando que está casi terminado un acuerdo con la Unión Europea (UE) que rechaza la propuesta de Bruselas sobre la frontera irlandesa.

A cinco meses del divorcio, previsto en marzo, la primera ministra aseguró al diario The Sun estar actuando por el interés nacional.

Las críticas contra ella por su supuesta ineptitud para llevar adelante las negociaciones con la UE se multiplican tras el fracaso de la cumbre de la UE de octubre.

Según la prensa británica, algunos diputados de la mayoría conservadora se dispone a cuestionar su liderazgo, .

«Las negociaciones sobre el Brexit no son sobre mí o mi destino personal. Se trata del interés nacional. Y ello implica hacer buenas elecciones, y no elegir lo más fácil», dijo en The Sun.

Este lunes por la tarde, May dirá ante los diputados que el acuerdo que sella el retiro de Gran Bretaña de la UE está cerrado en un 95%2, según pasajes de su intervención comunicados por su oficina.

 

El problema irlandés

Pero el futuro de la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda sigue bloqueando el cierre del acuerdo.
Las dos partes quieren evitar que se restablezcan los controles fronterizos y una frontera física para preservar los acuerdos de paz de 1998 en Irlanda del Norte, pero no se ponen de acuerdo sobre cómo lograrlo.

«Fui muy clara sobre el hecho de que debemos lograrlo sin crear una frontera, sea cual sea, entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido», recordó May.

La UE propone mantener a Irlanda del Norte en la Unión Aduanera y el mercado único, si no se encuentra ninguna otra solución, lo que es inaceptable para May que estima que ello afecta la «integridad del Reino Unido».

Propone en cambio que el Reino Unido se mantenga alineado a las reglas aduanera de la UE hasta la firma de un acuerdo comercial más amplio.

Esto le valió las críticas de los defensores del Brexit, partidarios de una ruptura neta y rápida con la UE, que temen que esa solución se convierta en permanente e impida al Reino Unido sellar acuerdos comerciales con terceros países tras el Brexit.

«Las últimas fases de las discusiones serán las más difíciles», predijo May.

 

Moción de censura

La presión volvió a subir cuando May no descartó el jueves, durante la cumbre, la posibilidad de extender de «unos meses» el periodo de transición post-Brexit, que debe durar en principio hasta finales de 2020.

Durante este periodo el país permanecerá alineado a las reglas de la UE pero sin participar en las tomas de decisión.

Según la prensa existe la posibilidad de una moción de censura contra May. La dirigente está invitada a explicarse el miércoles ante el Comité 1922, que gestiona la organización interna de los tories y tiene capacidad para activar esa moción.

El DUP, el partido unionista norirlandés, indispensable para la mayoría absoluta de May en la Cámara de los Comunes, amenazó por su parte con retirarle su apoyo en el voto del presupuesto el 29 de octubre si Irlanda del Norte no tiene el mismo destino que el resto del país.

Además unos 41 disputados conservadores podrían apoyar una enmienda esta semana que impida la instauración de barreras entre Irlanda del Norte y el resto del país sin el aval de la asamblea regional.