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Testigo de Jehová danés, condenado en Rusia a seis años de cárcel por «extremismo»


La justicia rusa condenó el miércoles a un miembro danés de los testigos de Jehová a seis años de cárcel por «extremismo», en un primer fallo de este tipo desde que este movimiento religioso fue prohibido en 2017 en Rusia.

Dennis Christensen fue juzgado durante casi 10 meses en Oriol, una pequeña ciudad situada 400 km al sur de Moscú. Yaroslav Sivulskiy, un portavoz en Rusia de los testigos de Jehová, indicó que la organización tenía la intención de apelar.

«Lamentamos la condena de Dennis Christensen, un hombre inocente que no ha cometido ningún verdadero crimen», añadió en un comunicado.

Los servicios de seguridad rusos (FSB) detuvieron a Dennis Christensen, junto a otros testigos de Jehová, en mayo de 2017 en Oriol durante una ceremonia religiosa, una semanas después de la prohibición de esta organización en Rusia.

Los otros miembros del movimiento religioso fueron puestos en libertad rápidamente pero Christensen, ahora de 46 años, siguió detenido.

Su proceso empezó en abril de 2018 y, a finales de enero, la fiscalía requirió seis años y medio de cárcel contra este danés, residente desde hace tiempo en Rusia, casado con una mujer rusa.

«Espero que hoy sea el día en que Rusia defiende la libertad religiosa», declaró Christensen el miércoles a su llegada al tribunal, según un periodista de la AFP.

En su última declaración antes de las deliberaciones, Christensen aseguró que «no había cometido ningún crimen».

Añadió que «agradecía a todas las personas que participaron en el proceso», citando a su mujer y sus amigos y también «el fiscal Fomin por haberme visitado en la cárcel (…) y la jueza Svetlana Naumova por su sonrisa y su buen humor».

«No pudo (ser condenado) simplemente» por sus creencias religiosas, «visiblemente había argumentos, visiblemente había motivos para acusarlo», reaccionó el portavoz del Kremlin Dimitri Peskov, que no quiso hacer otros comentarios.

 

«Injusticia»

 

Fundado en los años 1870 en Estados Unidos por Charles Russel, los testigos de Jehová se reivindican cristianos y se consideran los únicos que pueden restituir el cristianismo original. A menudo sin embargo son acusados de derivas sectarias debido a sus rigurosos preceptos.

Los testigos de Jehová, que en aquel entonces decían ser 172.000 miembros en Rusia, fueron prohibidos en abril de 2017 por el Tribunal Supremo, y actualmente el ministerio de Justicia los considera «extremistas».

Las organizaciones de defensa de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional denunciaron una campaña de «persecución religiosa» contra este movimiento en Rusia. HRW acusó a las autoridades de haber procedido a «decenas de registros, redadas, interrogatorios y otros actos de acoso y persecución».

Amnistía calificó la condena a Dennis Christensen «de encarnación de la injusticia del sistema judicial ruso». Es «una pena severa para un hombre que no ha cometido ningún crimen según las convenciones internacionales», declaró a la AFP Alexander Artemev, un responsable de la oenegé.

La organización rusa de defensa de los derechos humanos Memorial considera a 19 miembros de testigos de Jehová como «presos políticos» y estima que en total 81 son «perseguidos por su fe».