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Terminal Puerto Rosario: se retomó la actividad tras la conciliación obligatoria en busca de calmar el conflicto


Este martes se trabaja con normalidad tras la decisión del Ministerio de Trabajo de la Nación. El problema surgió en el marco de las negociaciones por la reapertura de paritarias que reclama el gremio

El Ministerio de Trabajo de la Nación dictó la conciliación obligatoria en el conflicto laboral en Terminal Puerto Rosario (TPR), y este martes la terminal retomó su actividad normal tras una semana de paros, bloqueos y quite de colaboraciones.

La conciliación dictada por la cartera laboral es por 10 días y las negociaciones por la reapertura de paritarias que reclama el gremio de los estibadores (Supa) ya se retomaron y las primeras señales son que vienen avanzando.

Las paritarias en el puerto van de abril a abril, pero en este caso se cerraron más tarde con subas promedios del 60%. Ante la escalada inflacionaria, el sindicato buscó activar la cláusula de revisión para llevar la suba al 100% (más un bono de fin de año), pero la empresa entiende que no están dadas las condiciones. Las conversaciones fueron escalando, con quites de colaboraciones del gremio y despidos por parte de la empresa hasta que terminó provocando las parálisis de la actividad.

Conflicto en la Terminal Puerto Rosario: revisión paritaria, bloqueo y una empresa que respondió con 50 despidos

En julio pasado, el puerto atravesó un fuerte conflicto gremial que derivó en despidos masivos y un fuerte paro del gremio. En aquel momento, el disparador fue que no se abonó el aumento salarial acordado en la paritaria pasada (30%), pero se combinó con los problemas de seguridad en los muelles y, como ocurre ahora, con el convencimiento de la concesionaria de que debe reducir 200 puestos. Finalmente, y luego de tensos cruces, en agosto hubo entendimiento. De aquel conflicto, el Supa consiguió una suba paritaria del 60%.

El disparador del nuevo conflicto es la fallida revisión paritaria. Pero como telón de fondo está la presión del gobierno provincial para que TPR realice las inversiones que el puerto necesita (tiene la mitad de sus muelles sin operar por riesgo de derrumbe) y, por otro lado, el convencimiento de la concesionaria de las terminales I y II del puerto rosarino de que debe achicar su plantilla laboral de estibadores en unos 200 trabajadores de los mil que tiene.