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Sydney extiende el confinamiento por el avance de casos


El país registra un bajo ritmo de vacunación y la medida será hasta el 28 de agosto

Las autoridades del estado australiano de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sydney, comunicaron que prorrogan el confinamiento en esta ciudad y sus suburbios por un mes, hasta el 28 de agosto, debido a que los casos de coronavirus continúan aumentando.

«Dado el bajo ritmo de la vacunación, la disposición vigente de permanecer en el domicilio regirá durante cuatro semanas más (hasta el 28 de agosto) en el área del Sydney Grande», informaron las autoridades. Solo el 16% de la población adulta de Australia está vacunada.

Los críticos atribuyen esta baja tasa de vacunación a la dificultad del Gobierno de asegurar más suministros del fármaco del laboratorio Pfizer y a la desconfianza da la población por el componente de AstraZeneca, fomentada por una campaña de desinformación.

La ciudad más grande de Australia se encuentra confinada desde finales de junio debido a un brote de la variante Delta, detectada en India, casi dos veces más contagiosa que la variante Alfa, identificada en Reino Unido, y cuatro veces más contagiosa que la cepa original observada por primera vez en China. Más de 2.500 personas se contagiaron en el peor brote de Sydney este año.

La primera ministra del estado, Gladys Berejiklian, dijo que no era posible que la ciudad saliera del bloqueo el viernes como se había planeado e instó a la población a vacunarse. Sus habitantes solo pueden salir de casa para ir a trabajar, estudiar, hacer compras de primera necesidad, practicar deportes o ayudar a los familiares.

La disposición señala que se prohíbe ir a los centros comerciales que se encuentren a distancia de más de 10 kilómetros del lugar de residencia de la persona. Al mismo tiempo se tomó la decisión de reanudar el trabajo en las obras de construcción, con la condición de que no haya más de un trabajador por cuatro metros cuadrados.

El Ministerio de Salud de Nueva Gales del Sur reportó hoy 177 nuevos casos, la mayor cantidad en un día desde marzo de 2020. Los expertos advierten que las restricciones en Sydney podrían durar hasta septiembre o incluso más tarde. Las autoridades dicen que no pueden reabrir hasta que la tasa de transmisión vuelva a estar cerca a cero.

Desde el comienzo de la pandemia en el estado se infectaron más de 8.700 personas, y 67 pacientes fallecieron, mientras que todo el país registraron más de 33.000 casos y 918 muertes a causa de la enfermedad.

Los cinco millones de residentes de Sydney habían disfrutado de un estilo de vida bastante normal este año hasta que ocurrió el brote. En tanto, los estados de Victoria como Australia del Sur salieron hoy del confinamiento después de contener brotes más pequeños.

Durante la mayor parte de la pandemia, Australia mantuvo los contagios relativamente bajos gracias a sus medias de cierre de fronteras y la orden de hacer cuarentena en hoteles para las llegadas al país.

Los gobiernos estatales impusieron confinamientos rápidos para frenar los brotes, utilizando un rastreo de contactos agresivo. Durante el último año, hubo más de una docena de cierres instantáneos.