Además de suspender al Parlamento británico hasta el 14 de octubre, el primer ministro reforzó la presión para que la oposición acepte su plan para la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, intentará este lunes y por última vez lograr la adhesión de los parlamentarios británicos a su plan para un «Brexit duro». De no ser posible llamaría a elecciones adelantadas.
A contrario de su predecesora, Theresa May, quien intentó por todos los medios que el parlamento aprobara un acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea para una salida ordenada del bloque regional, Johnson parece determinado a que se produzca sin condiciones ni miramientos.
Para esto el mandatario convocó a su gabinete a Downing 10 en la cual «discutirán la respuesta del Gobierno a los parlamentarios que buscan quitarle el control de la agenda legislativa al Gobierno y entregárselo a la oposición y a (Jeremy) Corbyn sin el consentimiento del pueblo», informó el sitio The Independent.
Al margen de la postura del líder opositor Corbyn y sus partidarios, muchos legisladores conservadores considerarían ahora cambiar de postura y apoyar un «Brexit blando» del opositor Partido Laborista, según publicó Minuto Uno.
Johnson amenazó a los «tories» rebeldes con prohibirles presentarse por el partido en las próximas elecciones generales si seguían adelante con su plan, pero tiene poco tiempo para lograr encausarlos porque el parlamento británico quedará suspendido en algún momento de esta semana y hasta el 14 de octubre.
El presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow -portavoz calificado del Parlamento-, tiene todo listo para que los legisladores que se opongan al plan trazado por el premier puedan votar desde mañana mismo, primer día del curso parlamentario, si quieren quitarle o no el control de la agenda política a Johnson.
El portavoz del Partido Laborista para el Brexit, Keir Starmer, dijo ayer que el plan, que se publicará mañana, tiene un objetivo «muy simple» de impedir que Johnson saque al Reino Unido de la Unión Europea sin un acuerdo previo, un plan que de resultar llevaría casi con toda probabilidad a una nueva prórroga y a unas elecciones generales.
Sin embargo, Michael Gove, número dos del gabinete de Johnson, se negó a prometer que el Ejecutivo acataría esa nueva legislación, en caso de aprobarse.
La fecha original para los próximos comicios generales es en 2022. Según la actual legislación en materia electoral, Johnson necesitaría el apoyo de dos tercios de los 650 diputados a fin de poder convocar comicios este otoño, que nunca podría ser antes del 11 de octubre.