Se complicó la situación judicial de los ex fiscales investigados por recibir coimas a cambio de impunidad tras el peritaje de sus teléfonos
Un peritaje al teléfono celular de ex fiscal regional de Rosario Patricio Serjal, involucrado en un caso de presunto cobro de coimas para proteger a un capitalista del juego clandestino, determinó que reseteó la aplicación Whatsapp cinco veces en poco más de un mes, «en momentos clave de la investigación».
Según la pesquisa, lo mismo hizo el fiscal de grado Gustavo Ponce Asahad, quien el martes pasado quedó imputado con prisión preventiva por 90 días por cohecho e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
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Los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada de Rosario lo acusaron de cobrarle entre 4 y 5 mil dólares mensuales a Leonardo Andrés Peiti, imputado de integrar una banda dedicada al juego ilegal y a extorsiones a comerciantes.
De acuerdo al informe de las pantallas de los perfiles de Whatsapp pertenecientes a los usuarios Gustavo Ponce Asahad y Patricio Serjal «se observa que los mismos resetearon sus aplicaciones en momentos claves de la investigación», dice la causa.
En el caso de Serjal, la aplicación cambió el código de seguridad, que se produce con un cambio de teléfono o por su reinstalación, el 20 y 28 de junio pasados, el 10, 25 y 26 de julio; esta última cuatro días antes de que fuera allanado el domicilio de su subordinado Ponce Asahad.
En la causa también fue imputado junto al fiscal Ponce el empleado de su fiscalía Nelson Ugolini como partícipe de la presunta filtración de datos a Peiti.
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El peritaje al teléfono de Ugolini mostró un cruce de mensajes del 23 de julio, cuando ya se conocía públicamente que desde la Fiscalía habían filtrado datos al capitalista de juego, aunque no se conocía quién lo había hecho.
Un contacto identificado como «defensor» y el nombre y apellido de la persona, le mandó a Ugolini el enlace de una noticia titulada «Detectan que ayudaron a un grupo delictivo desde adentro de una fiscalía».
«So vo?», le escribió el «defensor» a Ugolini, quien respondió «Juaaam, jodemeee. No lo vi, ahora lo leo».
La persona identificada como «defensor» replicó en tono de broma: «Si estás haciendo unos mangos invitá unas birras».
«Ojalá, es una vergüenza esto», terminó la charla Ugolini.
Tickets de gastos y testigos
Dos tickets de peaje y uno de carga de combustible, más los testimonios de un arrepentido y dos funcionarios públicos constituyen la base de las evidencias que utilizarán los investigadores judiciales para imputar esta semana al ex fiscal regional de Rosario, Patricio Serjal, a quien acusan de diseñar y ejecutar «un plan delictivo» para recibir dinero de un capitalista de juego ilegal.
Tras renunciar a su cargo, Serjal enfrentará el próximo martes una audiencia imputativa en la que será acusado de cohecho por el equipo de fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, adelantaron a Télam voceros judiciales.
Por ese mismo delito fue imputado con prisión preventiva el martes pasado el fiscal Gustavo Ponce Asahad, acusado de recibir pagos de entre 4 y 5.000 dólares mensuales por parte de Leonardo Peiti, un empresario de juego ilegal, con el fin de brindarle protección.
Para los investigadores, Ponce y un empleado suyo «con la participación del fiscal regional Patricio Serjal, diseñaron y ejecutaron un plan delictivo cuyo objeto fue recibir dinero del señor Leonardo Peiti» a cambio de protección.
Acogido al régimen de imputado arrepentido, Peiti declaró que se encontró «dos veces» con Serjal, una en un bar del centro de Rosario y otra en un hotel de Recoleta, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En julio de 2019 fue baleado el domicilio de Peiti en Servando Bayo al 1000 de Rosario y le dejaron una pintada: «Leo pagá».
Asustado, el capitalista acudió a Ponce porque, dijo, estaba pagando por una protección que no creía no tener.
Allí conoció a Serjal, declaró.
«Entonces tenemos una charla ahí en un bar. Le pregunté a Patricio cómo era el tema y me dice: ‘Mirá, te aconsejo que no denuncies porque no están dadas las garantías de hoy por hoy denunciar, tratá de seguir dilatándolo y manejate con Gustavo por el tema de la cuota», relató el arrepentido.
Hasta ahora, los fiscales acusadores no presentaron más evidencia sobre ese encuentro en un bar de Dorrego y Mendoza de esta ciudad, pero sí sobre el segundo señalado por Peiti, ocurrido el 14 de noviembre de 2019 en el hotel «Etoile» de Presidente Roberto Ortiz 1835 de Recoleta.
Según Peiti, se reunieron entre 5 y 10 minutos en el lobby del hotel: «Le pregunté cómo veía el tema de las amenazas y me siguió diciendo que tratara de no denunciar, ‘manejate con Gustavo y fijate si se puede subir la cuota.»
Los investigadores secuestraron dos tickets de peaje del 13 y 14 de noviembre correspondientes al auto oficial que utilizaba el fiscal Regional «que dicen que efectivamente el señor Serjal hizo un viaje a Buenos Aires en esa fecha».
Uno es del acceso norte a Campana del 13 de noviembre -del viaje de ida- y el otro del día siguiente, a las 13.49, del regreso en el Corredor Panamericano.
También hallaron un ticket de nafta del auto oficial de las 11.23 del día 14 de una estación de servicios de Figueroa Alcorta al 3000 y «el chofer (del MPA) declaró que lo llevo en numerosas oportunidades al Serjal a ese hotel», dijo a Télam un investigador.
Peiti, por su parte, aportó la factura que da cuenta que el 14 de noviembre se alojó en el «Etoile».
Otro elemento que los fiscales utilizarán para acusar a Serjal son sus visitas al Organismo de Investigaciones (OI) el 16 y 17 de junio de este año, para interiorizarse sobre una investigación que tenía a Peiti como protagonista.
El segundo día fue con Ponce Asahad.
Según los investigadores, tras esas visitas, el fiscal Ponce le avisó a Peiti, el 30 de junio, que su teléfono estaba intervenido y le aconsejó que lo cambiara, y el capitalista de juego dejó de usarlo el 1 de julio.
Además, le habrían pedido 100 mil dólares para ayudarlo en ese caso, en el que lo querían presentar como «víctima» de una banda que cometía extorsiones.
El director del OI, Víctor Moloeznik, confirmó los encuentros y declaró: «El 17 de junio fue la única vez desde que soy director que Ponce Asahad vino al Organismo. Patricio Serjal tampoco vino nunca a excepción de esas dos veces.»
En tanto, una empleada del OI declaró que en esa visita Serjal «hace la apreciación de que Peiti sería una víctima, que colabora por miedo, y no un miembro voluntario de la organización».
Los fiscales le preguntaron si notó algo extraño en esa visita y la mujer respondió: «Lo que me pareció raro (fue) ese comentario de Serjal, de que Leo Peiti era una víctima.»