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Política y Economía

64 años después

Sentido homenaje a los protagonistas de la Resistencia Peronista en Rosario


La intersección de Ovidio Lagos y 27 de Febrero fue sede este martes por la tarde de un sentido reconocimiento a los sobrevivientes y protagonistas de la Resistencia Peronista en Rosario contra el golpe de Estado de la Revolución Fusiladora, en septiembre de 1955.

«A 64 años de los hechos que originaron que el general Perón le diera el título a Rosario de Capital del Peronismo es justo rendir homenaje a sus heroicos participantes”, indicaron desde la organización.

“La actividad conlleva el recuerdo y homenaje de los miles y miles de rosarinos que por Lealtad a la Patria, al Pueblo y a Perón, salieron a las calles desafiando el golpe de la «libertadura». Su recuerdo nos conmueve y nos compromete”, agregaron.

Uno de los motivos más emotivos se vivió cuando José Mármol tuvo su reconocimiento. El hombre que fue baleado en aquel momento y casi muere por Perón, se mostró agradecido por el homenaje y para devolver el cariño recibido le brindó a todos los presentes un show de Tango.

«En Rosario hubo un epicentro de la Resistencia y por eso en nombre de cada uno de los compañeros muertos y desaparecidos, en la persona de José Mármol, reivindicamos todas las luchas populares», explicó la concejala Norma López, quien junto al concejal Eduardo Toniolli, apoyaron la jornada.

El 16 de septiembre de 1955 un intento de golpe de Estado se propuso poner fin al segundo gobierno peronista. Cuatro días después, tras el triunfo de la asonada sostenida por la autodenominada «Revolución Libertadora», asumió la presidencia de la Nación el general Eduardo Lonardi y anunció al país, reeditando palabras pronunciadas un siglo antes por Urquiza, que no habría «ni vencedores, ni vencidos».

Los hechos se encargarían de demostrar lo contrario. Pocos días después, envalentonado, el contralmirante Arturo Rial develará a una delegación de la CGT el sentido último del proceso que se acababa de abrir: «Sepan ustedes que la Revolución Libertadora se hizo para que en este país el hijo del barrendero, muera barrendero.» Aquellas jornadas darían inicio al desarrollo de una épica militante que habría de dejar una honda huella en el devenir de las luchas sociales y políticas en la Argentina de la segunda mitad del siglo XX: la Resistencia Peronista.

Tras el golpe, comenzó a forjarse una mística que tendrá como protagonistas a miles de hombres y mujeres de a pie, metidos de lleno en la historia. En la ciudad, la respuesta de la militancia peronista no se hizo esperar: el punto más álgido de las movilizaciones tuvo lugar durante las jornadas del 23 y el 24 de setiembre. Los periódicos locales de aquellos días no tomaron nota de esos sucesos, y repitieron con insistencia titulares tranquilizadores («Recóbrase el orden paulatinamente», «La situación en nuestra ciudad tiende a hacerse normal»). Pero pese a la brutal represión, en Rosario la resistencia no aflojó.