El mundo genera unas 50 millones de toneladas de residuos electrónicos al año, que equivalen a 125.000 aviones Jumbo, y solo recicla el 20%, informó la ONU.
El informe agrega que el tratamiento y reciclaje de esos desechos también representa una oportunidad de trabajo. «Si no se toman medidas, la cantidad de residuos se duplicará con creces para 2050, llegando a 120 millones de toneladas anuales», advirtió el informe, publicado en la web de Naciones Unidas.
Ante este panorama, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) emitió un «pedido de acción urgente» para mejorar la gestión del «flujo tóxico» y convertirlo en una fuente trabajo.
Los desechos electrónicos son, según la ONU, «cualquier cosa con un enchufe, un cable eléctrico o una batería», lo que incluye desde tostadoras hasta cepillos de dientes, teléfonos inteligentes y televisores. Aunque los desechos electrónicos son solo el 2% de la basura sólida mundial, pueden significar hasta el 70% de los residuos peligrosos, agregó la ONU.
A diferencia del vidrio, el papel y otros materiales, los productos electrónicos contienen sustancias peligrosas, pero también metales valiosos como oro, cobre y níquel. «Los desechos electrónicos a menudo se incineran, se tiran o terminan siendo destruidos a mano por los más pobres del planeta, en detrimento a su salud y el medio ambiente», agregaron en un comunicado.
En algunos países, incluso, hay procesos de reciclaje informal donde se quema el plástico para recuperar los metales valiosos que contienen los productos electrónicos, emitiendo sustancias tóxicas que envenenan a las personas. En la Unión Europea, líder en reciclaje de residuos electrónicos, solo el 35% de ellos como adecuadamente recolectados y reciclados, mientras que, en el resto del planeta, el promedio es de un 20%.
Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés), hay 100 veces más oro en una tonelada de teléfonos inteligentes que en una tonelada de roca de la que se extrae ese metal precioso. Si se aplicara la «economía circular» a los desechos electrónicos se generarían «millones de empleos en todo el mundo», apuntó la OIT.
Según cálculos de la ITU, los beneficios económicos de emplear una economía circular en el sector electrónico sería «enorme», reduciendo los costos para los consumidores en un 7% para 2030 y un 14% para 2040. Además, ya que los desechos electrónicos son un recurso en aumento y, al mismo tiempo, los metales y minerales disminuyen, hay una oportunidad para la recuperación de estos recursos.
«Debemos ayudar con urgencia a los estados miembros de la OIT y las Naciones Unidas a diseñar y fortalecer las políticas necesarias para gestionar los desechos electrónicos de manera que promuevan el trabajo decente, la salud de quienes manejan los desechos y protejan el planeta», afirmó Nikhil Seth, presidente del Foro mundial sobre el trabajo decente en la gestión de los desechos eléctricos y electrónicos, realizado este mes en Ginebra.