El fotógrafo brasileño Sebastião Salgado, quien recibió hoy el Premio de la Paz de la Asociación de Libreros Alemanes, dijo que compartía el galardón con «todos los que permitieron que los fotografiara para que su tragedia fuera conocida en el mundo», en el marco de la Feria del Libro de Frankurt.
Premiado por una obra cuyas imágenes «exigen justicia social y paz» y otorgan «urgencia al debate mundial sobre la protección de la naturaleza y el clima», el reportero gráfico de 75 años se convirtió en el primer fotógrafo en recibir el Premio de la Paz de la Asociación de Libreros Alemanes, que en ediciones anteriores recibieron figuras como Margaret Atwood y Svetlana Alexiévich.
Entre sus obras más potentes destacan una serie de imágenes donde registró la explotación en minas de oro y sus fotografías del genocidio de Ruanda. «Ese genocidio -dijo el fotógrafo- hubiera podido ser detenido si Europa y la ONU hubieran intervenido. Todo el mundo sabía lo que estaba pasando y nadie hizo nada».
Además, de su producción sociodocumental, Salgado fotografió paisajes naturales y es fundador del «Instituto Terra» en su país, el cual contribuye a la recuperación de la biodiversidad y los ecosistemas, trabajando en distintos proyectos, como la reforestación de una pequeña parte de la selva tropical.
En referencia al Amazonas, el fotógrafo brasileño sostuvo, de acuerdo a la agencia de noticias Efe y Dpa, que ahora está «en primer plano de la actualidad por la política criminal del presidente brasileño» y se refirió a que «los pueblos indígenas viven con miedo. La agricultura industrial destruye cada vez más selva».
«No podemos negar el daño que podemos hacernos pues el ser humano puede ser un lobo para el hombre. Pero el futuro del planeta está en nuestras manos», resumió.