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Santa Fe: profesionales de la salud comienzan un paro por 48 horas


María Fernanda Boriotti, presidenta de Fesprosa y secretaria General de Siprus. Foto: Fernando Der Meguerditchian

Desde este miércoles, los trabajadores nucleados en Siprus reclaman por un aumento salarial al gobierno provincial. También se cumple la segunda jornada de huelga docente.

El Sindicato de Profesionales Universitarios de la Sanidad (Siprus) de Santa Fe comienza este miércoles un paro por 48 horas en rechazo de un bono de 3.000 pesos otorgado por el Gobierno provincial y para pedir una recomposición salarial.

El gremio señaló en un comunicado que la medida será sin concurrencia a los lugares de trabajo y que el jueves habrá actividades coordinadas con otros sindicatos del distrito que también rechazan el bono, como el caso de los docentes.

Los trabajadores de la salud afiliados a Siprus se suman de esa manera a las medidas gremiales de la Asociación de Médicos de la República Argentina (AMRA), que este lunes paró por los mismos motivos.

“El Gobierno provincial decidió cerrar por decreto la discusión salarial y sepultar la paritaria, por lo que la respuesta como parte del conjunto gremial debe ser la más amplia unidad en la calle para visibilizarlo y romper ese techo salarial“, indicó el sindicato.

El consejo directivo de Siprus sostuvo además que “los profesionales de la salud volvemos a decir ‘no’ a las políticas que pretenden ajustar salarios y seguimos en la pelea por condiciones de trabajo dignas“.

El reclamo docente

Al mismo tiempo, los maestros públicos y privados nucleados en Amsafe y Sadop continuarán hoy con la medida de fuerza que iniciaron este martes, en rechazo al bono de $3.000 que dispuso pagar el gobierno de Omar Perotti, y mientras negocia la política salarial de fondo en las paritarias con todos los sectores estatales.

Este martes, los gremios dieron una conferencia de prensa en la que denunciaron que el gobierno «clausuró» la discusión paritaria. Si bien admitieron que la provincia, como el país, se encuentra en crisis, consideraron que «no hay ningún motivo para no discutir las condiciones de trabajo».