Por Leandro Rosati
El ciclo de Sampaoli todavía tiene un partido crucial (ante Nigeria) pero parece agotado. La paliza con Croacia fue el detonante. Nunca en la historia un DT se fue insultado por todos los hinchas argentinos.
Las razones son muchas: La rotación permanente de jugadores, la falta de creatividad en ofensiva, la cantidad de sistemas probados y después, el día del partido, pone otra cosa. Una lista mal conformada y el rumor de cierto malestar con la «mesa chica» del plantel.
Así fue la llegada a Rusia. Con más dudas que certezas. Con un experimento de equipo (no tenía el arquero titular, los defensores y un esquema definido). Después de la primera prueba que terminó en empate, el DT pateó el tablero y puertas adentro manifestó que iba a jugar a su gusto.
Sampaoli metió mano en el equipo. Otra más. A horas de un partido clave. Y el final no le dio la razón porque Argentina hizo un papelón que quedará en la historia, independientemente de que acceda a octavos.
Luego llegó el momento de las declaraciones tras la derrota ante Croacia. Sampaoli se culpó y Agüero le contestó. La relación entre una generación que no ganó nada en la Selección se cruzó con un técnico que intentó improvisar en un Mundial. Los resultados están a la vista. El desconcierto es enorme.