Rusia se opone a renegociar el primer tratado de desarme nuclear de la Guerra Fría (INF), suscrito en 1987 con EE.UU. para incluir a más países, como pretende el presidente estadounidense, Donald Trump, informó este lunes el jefe de la diplomacia rusa.
«Nos oponemos categóricamente a esta iniciativa. Queremos que el tratado sea preservado, considerando que la comunidad internacional ha reconocido repetidamente que es un pilar de la seguridad internacional y la estabilidad estratégica», dijo el canciller Serguei Lavrov.
Washington considera que el INF quedó obsoleto pues otros países como China, Irán y Corea del Norte fabrican armas nucleares de rango medio y no forman parte del tratado, informó la agencia de noticias EFE. Además acusa a Rusia de violar el tratado, mientras que Moscú afirma lo mismo de EE.UU.
«Informamos a EE.UU. sobre nuestra preocupación acerca de la manera con la que cumplen el tratado. Estas inquietudes se basan en hechos y acontecimientos técnico-militares, entre ellos el despliegue de una base estadounidense en Rumania y la apertura prevista de una base en Polonia», dijo Lavrov en una entrevista al diario Komsomólskaya Pravda.
En el reportaje Lavrov sostuvo que el gobierno estadounidense sigue eludiendo el diálogo sobre el INF, que prohíbe misiles de un radio de entre 500 y 5.500 kilómetros.
A principios de mes el secretario de Estado, Mike Pompeo, dio un ultimátum de 60 días a Moscú para que cumpla el tratado.
El canciller ruso sostuvo que no habló con Pompeo en mucho tiempo y que tiene la sensación de que la política estadounidense hacia Rusia la lleva directamente el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton.
Bolton visitó Moscú recientemente, precisamente para confirmar al presidente ruso, Vladímir Putin, el deseo de Trump de abandonar el INF.
En otro intento de preservar el INF, Rusia presentará nuevamente hoy un proyecto de resolución de la Asamblea General de la ONU en favor de su mantenimiento, dijo Lavrov.
En octubre pasado, este órgano de las Naciones Unidas rechazó debatir la intención de EE.UU. de retirarse del documento.